Tras la aprobación del Código Orgánico de Salud por parte del Parlamento de Ecuador, los obispos en pleno han expresado su preocupación ante lo que consideran una flagrante violación de derechos humanos y de la propia Constitución con este instrumento jurídico.
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Entre las razones que esgrimen los prelados está en el artículo 201 de este código que promueve el aborto “como emergencia obstétrica” cuando en efecto “una verdadera emergencia obstétrica se da sólo cuando el aborto se encuentra en curso de manera involuntaria”.
De tal modo con esto legalizan el aborto de “una manera ambigua o indeterminada” por lo que se viola “el derecho a la vida desde la concepción”.
La vida en todas sus expresiones
En uso de sus facultades han considerado un deber moral, respetando los poderes del Estado Laico, “defender la vida humana en todas sus expresiones”, por tanto “los derechos humanos, que son inherentes a la naturaleza humana, preceden a toda legislación” y “no son concesiones del Estado ni fruto de los consensos de grupos humanos”.
“La Constitución del 2008, aprobada por la mayoría del pueblo ecuatoriano, es la Ley Suprema a la que deben subordinarse todas las Leyes y normas de inferior jerarquía”, han señalado.
Además los obispos han denunciado que el Código interfiere en el derecho de madres y padres de familia a educar a sus hijos, a la objeción de conciencia de los médicos, a la dignidad del cuerpo humano, a la identidad sexual.
Llamado a las autoridades
Han pedido a Lenin Moreno vetar – libre de presiones políticas y económicas– aquellos artículos que atentan “contra los derechos humanos” por ello “apelamos al sano criterio y a la sensibilidad humana del Señor Presidente de la República”.
De esta forma hacen “un firme llamado a quienes tienen responsabilidades institucionales” para que “sitúen los derechos humanos en el centro de todas las políticas” aun cuando “eso signifique ir contra corriente”.