Según una información de Maria Antonietta Calabrò en la edición italiana del Huffington Post, el papa Francisco tiene ya preparada la que sería tercera encíclica de su pontificado y cuya publicación sería inminente, en los primeros días de septiembre.
Como cuenta Calabrò, “el anuncio informal lo realizó ayer por la tarde el obispo de Rieti, Domenico Pompili, durante la presentación de las iniciativas previstas desde ahora y hasta 2023 por los ochocientos años de la Regla del Santo de Asís”.
En cuanto al contenido de la encíclica, la periodista italiana apunta a lo deslizado por el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, en una entrevista en Riparte con el exdirector adjunto de L’Osservatore Romano, Carlo Di Cicco, donde reivindica que “es hora de una conversión humana y ecológica”.
Y es que, como reclama constantemente el Papa en los últimos meses, este contexto de crisis debido a la pandemia del coronavirus ha desnudado las miserias de un mundo afectado por otro grave virus: una “economía enferma”, que devasta al ser humano y al planeta. Esta idea, recalcada por Francisco en la audiencia general de este miércoles, sería la base de su tercera encíclica. A la hora de empezar a trabajar en “el mundo post-COVID”, el motor ha de ser el de que “de esta crisis hemos de salir mejores”.
En este contexto, adquiere si cabe una dimensión especial el anuncio de ayer de la Sala de Prensa de la Santa Sede por el que el Consejo Mundial de Iglesias y el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso publican un documento conjunto titulado ‘Al servicio de un mundo herido en solidaridad interreligiosa: un llamado cristiano a la reflexión y la acción durante el COVID-19’.
Parece claro que, en estos seis meses de confinamiento, muchos en el Vaticano, espoleados por el Papa, han puesto en la diana un objetivo claro: adelantarse al futuro y empezar a trabajar para reconstruir un mundo que ya estaba muy dañado por la desigualdad y cuya brecha está agrandando, aún más, el coronavirus.