Colombia

Seis razones para la reapertura de los templos en Bogotá





Aunque desde el próximo mes de septiembre Colombia iniciará una nueva fase de reapertura de actividades y reactivación económica, tras más de cinco meses de medidas de cuarentena para contener la propagación y el impacto del Covid-19 en el país, en ciudades como Bogotá los templos aún no cuentan con autorización para volver a abrir sus puertas para sus celebraciones.



Un sentir común

Ante esto, los obispos de la ciudad capital, en cabeza del arzobispo de Bogotá, Luis José Rueda Aparicio, han enviado una carta al presidente de la República, Iván Duque Márquez, lo mismo que a la ministra del Interior (Alicia Arango), al Ministro de Salud (Fernando Ruiz) y a la alcaldesa de Bogotá (Claudia López), en calidad de “voceros del común sentir del pueblo católico”, en la que proponen iniciar el 1º de septiembre la reapertura de los templos, “con el firme compromiso de implementar rigurosamente los protocolos de bioseguridad aprobados por el Gobierno Nacional para el sector religioso, mediante la Resolución No. 1.120 del 3 de julio de 2020″.

La solicitud también ha sido suscrita por los obispos de las diócesis de Fontibón, Juan Vicente Córdoba; Engativá, Francisco Nieto Súa; Soacha, José Daniel Falla; por el obispo castrense, Fabio Suescún Mutis; lo mismo que el exarca apostólico para los maronitas en Colombia, Fadi Bou Chebl; y por los obispos auxiliares de Bogotá, Luis Manuel Alí y Pedro Salamanca Mantilla.

Los argumentos

Seis son las razones que los prelados exponen ante el Gobierno y ante la opinión pública para encaminar su solicitud:

  1. “La importancia de la celebración comunitaria de la fe para la salud integral del alto porcentaje creyente de la población bogotana”.
  2. El papel fundamental que ha jugado la Iglesia para enfrentar la crisis por la pandemia del Covid-19, como la asistencia psico-social y espiritual a las personas, el servicio a los más vulnerables –con más de un millón de mercados y cerca de 17 millones de kilos de alimentos distribuidos por el Banco Arquidiocesano de Alimentos–, así como “el llamamiento continuo a la feligresía y a la ciudadanía en general al cuidado de la vida y de la salud”.
  3. La apertura de templos, bajo estrictas medidas de bioseguridad, “no genera condiciones de riesgo superiores a las de otros sectores cuya apertura ya fue aprobada“.
  4. En términos de infraestructura, las iglesias de la ciudad “son construcciones que tienen alturas y volúmenes suficientemente amplios“; incluso, en muchos barrios y sectores de la ciudad suelen ser “las instalaciones locativas más grandes, confortables y aireadas”.
  5. Se puede garantizar la implementación eficaz de las normas de bioseguridad en los templos con el apoyo y la colaboración de los numerosos voluntarios con los que cuentan las parroquias.
  6. Finalmente, “las experiencias piloto llevadas a cabo en varios municipios del país con diversos niveles de afectación, han obtenido resultados exitosos”, y “han sido positivamente evaluadas y mantenidas en el tiempo”.

Las tres “C”

Por su parte, a través de los medios  arquidiócesis de Bogotá también ha dado a conocer que sus templos ya se encuentran preparados para recibir de nuevo a todos los feligreses, conservando todas la medidas de bioseguridad y difundiendo las tres “C”: cuidado mutuo, comunidad responsable y control de aforo.

Los obispos, por su parte, acogen con esperanza la nueva etapa que inicia frente a la pandemia, y mantendrán su colaboración “para que el país y nuestra ciudad superen de la mejor manera posible la crisis que vivimos”.

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