La Familia Vicenciana ha iniciado una recaudación de fondos a favor de la tragedia vivida en el puerto de Beirut el pasado 4 de agosto para apoyar a la población del Líbano. Una iniciativa, denominada “Desde nuestros corazones al corazón del Líbano”, que busca apoyar en trabajo de las entidades vinculadas al carisma de san Vicente de Paúl y que está dando sus frutos “dando cobijo a los sin techo, cuidando a los pobres, atendiendo a los heridos y alimentando a los necesitados” desde el primer momento, según señala la institución en un comunicado.
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La tarea con las familias y las personas necesitadas acaba de empezar. En ella están empeñadas distintas entidades: la Congregación de la Misión, las Hijas de la Caridad, la Sociedad de San Vicente de Paúl, la Juventud Mariana Vicenciana, la Asociación Internacional de Caridades, los Misioneros Laicos Vicencianos y otras ramas de la Familia Vicenciana Libanesa.
Gestos de solidaridad
Para el paúl Tomaž Mavrič, presidente del Comité Ejecutivo de la Familia Vicenciana, “a la vez que cada uno de nosotros comienza a activar sus propios canales de solidaridad, me gustaría proponer una respuesta coordinada a este desastre, como una Familia. Hemos visto al papa Francisco enviar inmediatamente un fondo de 250.000 euros para ayudar a la Iglesia en el Líbano. Como vicencianos, ¿podríamos considerar hacer una donación igual de grande para los pobres y los sin techo del Líbano?”, ha propuesto.
La Alianza Famvin con los Sin Hogar está recaudando fondos para proporcionar vivienda, alimentos, atención médica y materiales para la reparación de casas. Según Said Safar, de la Sociedad de San Vicente de Paúl y enlace de la recaudación de fondos de las instituciones vicencianas, “los jóvenes libaneses están desmotivados, tristes, decepcionados, con ganas de emigrar, luchando por el futuro… Todo es tristeza aquí, los malos resultados económicos, la situación política, la devaluación de la lira libanesa… no hay escuela, no hay universidad… más del 60% de la población es pobre, hay una alta tasa de inflación y más del 60% de desempleo… La gran explosión en Beirut ha matado nuestra esperanza… Afrontamos este período con la esperanza de un cambio; Dios es amor y no nos dejará solos. En cuanto a la Familia Vicenciana, estamos trabajando juntos, como una familia, para ayudar a más de 150 familias afectadas por esta explosión”.