Para el cardenal Malcom Ranjith, arzobispo de Colombo, los partidos políticos que aboguen por una religión o etnia deberían ser prohibidos. Y es que, tal como señalaba en su homilía para la Jornada Mundial del Enfermo, recogida por Asia News, este tipo de organizaciones no contribuyen a la unidad, sino todo lo contrario.
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De hecho, el purpurado recordó como, “hace casi 30 años”, un grupo cristiano le comentó que “los fieles necesitaban un partido confesional cristiano” para garantizar sus derechos. “Les dije que no queríamos ningún partido político cristiano”, aclaró el arzobispo. “La unidad de Sri Lanka se rompió después de la independencia y hoy discutimos sobre cuestiones como cuál es su lengua nacional, cuál es el pueblo originario y quién posee este país”, explicó, matizando que “es realmente triste que estemos aun divididos” por cuestiones como la raza, la religión o la lengua.
“Si una religión destruye a la otra, ¿cuál es su sentido?”
En su homilía, pronunciada en la basílica de Nuestra Señora de Lanka, en Tewatte, Ranjith recordó los atentados perpetrados en el país durante la Pascua del año pasado, así como los pocos progresos de la investigación de los mismos. “Si una religión destruye a la otra, ¿cuál es su sentido? ¡Muéstrenme dónde está tal Dios!”, apuntó el cardenal, advirtiendo de la rápida difusión del extremismo religioso en Sri Lanka.
Asimismo, Ranjith se ha preguntado hasta qué punto los líderes religiosos son responsables de que se llegue a ataques como el acaecido en el país en 2019, en el que terroristas suicidas atentaron contra tres iglesias y tres hoteles, provocando 280 fallecidos y más de 300 heridos.
“La investigación está en curso, pero las autoridades no han encontrado a quién colocó las bombas, quiénes son los organizadores y quien financió los ataques”, criticó Ranjith. “Pedimos y esperamos que el gobierno mantenga cuánto prometió a la Iglesia, castigando a los responsables”, añadió, apuntando que el anterior gobierno “se lavó las manos como Poncio Pilato”.