Después de que el Juzgado de Primera Instancia nº1 de La Coruña haya fallado a favor la Abogacía del Estado y condeno a la familia Franco a devolver el Pazo de Meirás, se abre la incertidumbre sobre el destino de las dos esculturas del Pórtico de la Gloria colocadas en la capilla del palacete por la familia del dictador. Dichas esculturas eran, además, uno de los elementos destacados en los anuncios de venta del inmueble.
- LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Requeridos por el ayuntamiento y la Xunta
Aunque los Franco confían que instancias superiores demuestren que la propiedad era a título personal de Francisco Franco y no de la Jefatura del Estado; las piezas de la catedral compostelana están dentro de otros procesos tanto de la Xunta de Galicia como del Ayuntamiento de Santiago para que sean declaradas Bien de Interés de Cultural y retornadas a las seo. Se trata de una imagen de Abraham e Isaac que están a la entrada de la capilla del pazo de Meirás y que en la recreación del Pórtico de la Gloria que se ofrece en Santiago se pueden apreciar gracias a la realidad virtual.
Las piezas estarían realizadas por el taller del Maestro Mateo en el siglo XII y fueron trasladadas desde la casa Cornide, la residencia de los Franco en la ciudad vieja de La Coruña. Antes, hasta el siglo XVI formaron parte de la fachada que se desmontó para hacer la fachada de la plaza del Obradoiro. Desde entonces pasaron por la manos del Conde de Ximonde hasta que el ayuntamiento compostelano las adquirió… de ahí, en una historia poco clara, llegaron a manos de la familia del dictador.