El ABC para mantener la bioseguridad en los templos colombianos

04/09/2020 | Óscar Elizalde Prada

Con disposiciones y medidas pastorales la conferencia episcopal reafirma su compromiso con la cultura del cuidado en el retorno a las celebraciones litúrgicas

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MADRID, 24/05/2020.- Dos personas utilizan gel desinfectante antes de asistir a misa en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Madrid, este domingo. Primer domingo de celebraciones en templos católicos desde que el lunes pasado fuera posible asistir a lugares de culto a un tercio de su capacidad, pero con medidas de protección para evitar la propagación y contagio del coronavirus, como el uso obligatorio de mascarilla y la limitación de aforos para que los feligreses estén separados. Además, las pilas de agua bendita continuarán vacías y se ofrecerá gel desinfectante antes y después del culto; se evitarán los coros, reduciendo la música a un solo cantor; no se distribuirán hojas parroquiales ni ningún otro objeto, y el cestillo de la colecta no se pasará durante el ofertorio, sino a la salida de misa, entre otras medidas. EFE/Ballesteros

Con disposiciones y medidas pastorales para garantizar la bioseguridad en los templos y, particularmente, en las celebraciones litúrgicas, la Iglesia colombiana ha emprendido esta semana una nueva etapa de acompañamiento y servicios religiosos, en el contexto de la pandemia por el Covid-19.

En este sentido, para garantizar el cuidado propio y el de la comunidad eclesial, la Conferencia Episcopal de Colombia ha diseñado e implementado un protocolo para acoplar las celebraciones litúrgicas y otras actividades pastorales en el marco del Decreto 1168 del 25 de agosto de 2020, del Gobierno Nacional, y la Resolución 1462 del 26 de agosto de 2020, del Ministerio de Salud y Protección Social.

Estas son algunas de las disposiciones y medidas fundamentales:

Celebraciones eucarísticas

La desinfección general del lugar y los elementos del culto deberá hacerse antes y después de la Eucaristía.
Es necesario el uso permanente del tapabocas durante la celebración.
El tiempo de duración de la Misa deberá ser breve.
Se cuidará el aforo permitido –50 personas incluyendo el sacerdote, los ministros y el personal de apoyo–, mediante un mecanismo de pre-inscripción a la Eucaristía.
Se controlará la temperatura a la entrada del templo.
Conservar en todo momento el distanciamiento social de dos metros, incluso durante la distribución de la comunión, para lo cual estarán demarcados los puntos de ubicación en la fila.
Para evitar aglomeraciones los domingos, se sugiere aumentar el número de celebraciones litúrgicas.
Evitar todo contacto físico, para lo cual se omitirá el saludo de la paz o se remplazará por otro gesto. Asimismo, se recomienda recibir la comunión en la mano.
Antes y después de la comunión el sacerdote deberá lavarse las manos y, en lo posible, hacer uso de alcohol o gel desinfectante. También deberá usar tapabocas.
El sacerdote deberá cubrir el cáliz, la patena y los copones durante la plegaria eucarística.
Evitar el contacto con objetos o la entrega de elementos durante la celebración. En este sentido, no se distribuirá hojas de canto ni de lectura, y la recolección de la ofrenda se hará garantizando las medidas de bioseguridad.
Al concluir la celebración, orientar la evacuación del templo evitando aglomeraciones y conservando el distanciamiento social.
En todo momento el templo deberá contar con elementos de protección y control: señalización y demarcación, gel antibacterial, tapete para la desinfección de zapatos, etc.

Autocuidado

Las personas con síntomas o cuadros gripales deberán quedarse en casa y cuidar de su salud.
Los fieles que participen en las celebraciones deberán observar, en todo momento, las medidas de cuidado y bioseguridad.
Se recomienda a las personas que participan en alguna celebración ir directamente al templo y, al terminar, regresar de inmediato a sus hogares conservando las medidas de bioseguridad al salir e ingresar de nuevo a sus casas.
La divulgación de estas y otras medidas -según el plan de comunicación establecido- ayudará a garantizar las tres ‘C’: cuidado mutuo, comunidad responsable y control de aforo.

La celebración de otros sacramentos, como los bautismos, la reconciliación, las confirmaciones, los matrimonios y la unción de los enfermos, se hará de acuerdo con las disposiciones del episcopado colombiano y del obispo del lugar.

La Iglesia colombiana también ha establecido otras medidas de cuidado para actividades como la adoración al Santísimo, las fiestas patronales y las reuniones en las parroquias así como el uso de sus dependencias.