El sábado 19 de septiembre está previsto que el papa Francisco reciba en audiencia a la nueva cúpula o presidencia de la Conferencia Episcopal Española. Como se recordará, nuestros obispos eligieron presidente el pasado 3 de marzo al cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, y vicepresidente al cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. Anteriormente, en noviembre de 2018, Luis Argüello sucedía a José María Gil Tamayo como secretario general y portavoz de los obispos.
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Es habitual que el Santo Padre reciba a los nuevos dirigentes de los diversos episcopados algún tiempo después de su elección. Las circunstancias ligadas a la pandemia impidieron que el encuentro se realizase antes del verano, pero apenas Jorge Mario Bergoglio ha reanudado sus audiencias, todavía con alguna parsimonia, ha convocado en Roma a los nuevos representantes de la jerarquía española.
El encuentro precedente tuvo lugar en el mes de mayo de 2017. En dicha ocasión se entrevistaron con el Papa el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, y el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, designados pocos meses antes por la Asamblea Plenaria como presidente y vicepresidente respectivamente. Gil Tamayo llevaba en la Secretaría General desde el 20 de noviembre del 2013.
Escuchar por boca de sus interlocutores
Los tres fueron recibidos por Francisco durante cuarenta minutos y antes habían mantenido una entrevista de casi una hora con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin. En un encuentro informal con los periodistas confirmaron que Bergoglio estaba “muy bien informado y sabe las situaciones tanto en el campo de la sociedad como de la Iglesia españolas”.
Es por tanto muy probable que esta vez el esquema sea similar y también es probable que mantengan algún coloquio con otros altos exponentes de la Curia Romana. La agenda de temas a tratar será también bastante coincidente con la del encuentro precedente: el Papa querrá escuchar por boca de sus interlocutores su análisis de la situación de la Iglesia sin esquivar tampoco sus opiniones sobre la andadura de la situación social, política y económica de nuestro país. Esa temática será igualmente abordada con el secretario de Estado, en cuya conversación, sin duda, se analizarán más en concreto algunos problemas como la secularización de la sociedad española, la enseñanza, la eutanasia y, en general, las relaciones con el actual Gobierno de la nación.
