Un mes después de la explosión que se llevaba por delante la vida de 200 personas y dejaba miles de heridos en Beirut, el cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, ha visitado el país en el día en el que el papa Francisco ha convocado una jornada de ayuno y oración por el Líbano.
Michel Aoun, presidente de la República, se ha encontrado con el purpurado y ha explicado que el país “está respondiendo al llamado del santo papa Francisco para conmemorar, con la oración y el ayuno, el recuerdo de las almas de los mártires caídos, de quienes resultaron heridos y los ciudadanos que perdieron a sus familiares, seres queridos y sustento”.
El presidente Aoun ha recibido a Parolin esta mañana en el Palacio de Baabda, quien le ha transmitido “el mensaje de solidaridad del papa Francisco al pueblo libanés en esta dolorosa circunstancia que atraviesa tras la explosión que sacudió la capital Beirut”. “El Líbano tiene un lugar especial en la Santa Sede”, continuó el cardenal, “y es un tema que merece nuestro cuidado y atención dado el valor que representa y el modelo de convivencia que supone para sus niños, cristianos y musulmanes”.
“El Líbano nunca estará solo en la dolorosa circunstancia que atraviesa. Siempre podrá contar con el apoyo de la Santa Sede, así como como con la solidaridad internacional”, subrayó Parolin, quien también ha apuntado que el Papa ha querido transmitir al pueblo libanés “un mensaje de esperanza”, ya que considera que “el Líbano posee unas características que lo harán salir de su dolor, transformando este período en una nueva etapa de esperanza para sí mismo, para la región y el mundo”.
“El Líbano”, dijo Parolin, trasladando las palabras del Papa, “en su primer centenario de existencia como estado, dio un modelo a emular como fórmula que une a cristianos y musulmanes que requiere mucho equilibrio entre diferencias y diversidad”. “A pesar de las muchas crisis que ha superado, su pueblo siempre ha encontrado en sí mismo las fuentes de su fuerza para salir de ellas y seguir adelante”, aseveró.
“El papel de la Santa Sede es mantenerse firme a su lado, como siempre lo ha sido con el Líbano, porque es un país digno de vida y supervivencia, por su propio bien y por el bien de Oriente Medio y del mundo”, añadió Parolin. “El mundo de hoy necesita un ejemplo y hombres que den testimonio de que es posible vivir juntos”, algo que se ha hecho especialmente necesario “después de la caída del Muro de Berlín”. “Ustedes como pueblo libanés, cristianos y musulmanes, están dando este mensaje al mundo, porque lo encarnan, sin entrar en los conflictos de la región y del mundo”, subrayó.
Por su parte, Aoun agradeció su presencia al cardenal Parolin, en representación del Pontífice en esta visita al Líbano. “Sigo de cerca lo que el papa Francisco dice sobre el Líbano y su especial amor por él, y me gustaría transmitir a Su Santidad nuestro amor filial por él y nuestra gran gratitud por el cuidado que le brinda al Líbano y a su gente”, dijo. Asimismo, el presidente ha pedido al cardenal que transmita de nuevo su invitación al Papa de visitar el Líbano, señalando que “todos los libaneses lo están esperando”.