El pasado sábado se produjo en Roma una manifestación contra las medidas restrictivas para combatir la pandemia del Covid-19. Una protesta que tuvo lugar, tal como informa Crux Now, en la plaza de la Boca de la Verdad y en la que los participantes exhibieron una bandera papal con la imagen de Benedicto XVI, mientras que otro de los manifestantes, vestido de sacerdote, quemó una fotografía del papa Francisco.
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Según apunta el diario La Stampa, uno de los presentes insistía en que Benedicto XVI “no había renunciado válidamente a su cargo”, por lo que seguía siendo el Papa legítimo. A su vez, mostraba a quienes paseaban por la zona el vídeo en el que Francisco golpea la mano de la mujer que le agarró del brazo el pasado mes de diciembre.
“Benedicto XVI es la verdad y Bergoglio es una mentira”, decía el manifestante. “Él es parte del proyecto diabólico detrás de este fraude del coronavirus, que no es más que la gripe”, añadía, insistiendo en que el Covid-19 “es la gripe, no una pandemia como dicen en la televisión”.
Viganò, negacionista
Esta protesta, cuya base se encuentra en la creencia de un engaño o conspiración tras la pandemia del coronavirus, contaba con el apoyo del partido político neofascista Forza Nuova, pero también con el del arzobispo italiano Carlo Maria Viganó, quien había enviado una carta a los organizadores de la manifestación aunque finalmente no participó en la misma.
“El establecimiento mundial de la salud, con la OMS a la cabeza, se ha convertido en una verdadera corporación multinacional con el objetivo de enriquecer a sus accionistas (empresas farmacéuticas y las denominadas fundaciones filantrópicas, y busca lograrlo transformando a los ciudadanos en pacientes crónicos)”, escribe Viganò en la carta enviada a los organizadores.
“Las empresas farmacéuticas quieren ganar dinero vendiendo medicamentos y vacunas; si eliminar enfermedades y producir medicamentos efectivos significa reducir el número de enfermos y por ende las ganancias, es lógico que los medicamentos sean ineficaces y las vacunas un instrumento para propagar patologías en lugar de erradicarlas, y eso es lo que está pasando”, añade el arzobispo en su misiva.
“¿Cómo podemos pensar que se promoverán curas y terapias si existen enormes incentivos económicos para prolongar la patología?”, se pregunta Viganò, apuntando que, en la actualidad, se está llevando a cabo un proyecto de criptomonedas que puede capturar no solo la información de salud, sino también la personal y datos bancarios.