En 2010, el cardenal Joseph Ze, obispo emérito de Hong Kong comenzó a llevar cada año a los reclusos de las cárceles de la región unos pasteles con forma de media luna para celebrar la Fiesta de Medio otoño. Un gesto que este año no podrá repetir porque esta acción del prelado salesiano es considerada como un “arma política” por parte de las autoridades chinas.
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Protestas por la falta de democracia
Aunque crítico con el acuerdo entre el Vaticano y Pekín, el cardenal Zen contaba con el apoyo del papa Francisco en esta iniciativa penitenciaria en 2013. Hace un año realizó el gesto en medio de las manifestaciones que pedían la democracia en el país comunista, según informa Asia News. En esta ocasión, la prohibición se produce en el contexto de la aprobación de la nueva ley de seguridad que reduce las libertades en la región administrativa especial.
Estas medias lunas, son unas pequeñas tortas rellenas de pasta de loto y yema de huevo y son signo de amistad y abundancia, y se intercambian en esta celebración otoñal. Una fiesta que se celebra el 1 de octubre. Los donativos destinados a esta campaña serán redistribuidos a otras iniciativas solidarias. El Departamento de servicios penitenciarios de Hong Kong ha rechazado toda donación.