Protocolaria. De cortesía y buenas maneras. Lo justo y necesario. Así se podría definir la relación entre el Papa Francisco y el cardenal Antonio María Rouco Varela, otrora presidente de la Conferencia Episcopal Española. Al menos, a tenor de los encuentros oficiales mantenidos hasta la fecha entre ambos.
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El cardenal emérito de Madrid se reunió ayer con el Obispo de Roma, prácticamente tres años después de la anterior audiencia oficial que se encuentra registrada en el Bollettino de la Santa Sede, en septiembre de 2017. En total, desde el inicio del Pontificado, Francisco habría recibido en seis ocasiones al purpurado español.
Otras citas grupales
La primera vez que se encontraron fue en junio de 2013, un encuentro previo a su renuncia como cardenal al cumplir los preceptivos 75 años de jubilación. No le volvería a recibir Francisco hasta enero de 2014, cuando Rouco Varela ya había dejado de ser arzobispo de Madrid y apadrinó un viaje a Roma para acompañar a 10.000 fieles del Camino Neocatecumenal. A esta cita, le seguiría otra audiencia privada en junio de 2015 de la que ni tan siquiera trascendió el motivo, y otro encuentro oficial en septiembre de 2016 con motivo de su 80 cumpleaños, cuando el cardenal dejó de ser elector en un futurible cónclave.
No hay constancia de que Francisco haya mantenido con Rouco reuniones privadas en su residencia al margen de la agenda oficial, como tampoco se ha hecho público que el cardenal emérito haya concelebrado con Bergoglio en alguna misa diaria en la capilla de Santa Marta.
Más allá de las audiencias personal, el cardenal sí ha tenido la oportunidad de saludar al Papa en otras ocasiones, formando parte de otras delegaciones más numerosas, como la visita ad limina con todos los obispos españoles en marzo de 2014 o la peregrinación a Roma de la unidad pastoral villalbesa que tuvo lugar en mayo de 2019.
