En nombre de los obispos de Perú, el presidente de la Conferencia Episcopal, Miguel Cabrejos Vidarte, ha enviado una carta a los congresistas del país para pedir la ratificación del Acuerdo de Escazú, sobre el acceso a la información, a la participación pública y a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe.
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Proteger la vida y garantizar los derechos
“La vida y los derechos de los pueblos indígenas u originarios deben ser siempre protegidos y garantizados“, recuerda el arzobispo de Trujillo, lamentando la reciente muerte de tres indígenas de la etnia Kukama Kukamiria, en Loreto, cuando protestaban por la contaminación petrolera y por la deficiencia de los servicios públicos de salud en medio de la pandemia del Covid-19 “que afecta duramente al Perú y especialmente a la Amazonía”.
De ahí la necesidad de suscribir acuerdos supranacionales que “fortalecen la institucionalidad y el bienestar principalmente de los más vulnerables en el Perú”, afirma el pastor, resaltando que el Acuerdo de Escazú podrá robustecer la democracia y la transparencia en materia ambiental, “para garantizar el derecho a la vida y la integridad física de los defensores y defensoras de derechos ambientales, en particular de nuestros pueblos custodios de nuestra Casa Común”.
Desarrollo humano integral
“Como pastores y ciudadanos, invocamos a las autoridades a priorizar la defensa de la vida, la protección de los derechos, del ambiente y el desarrollo humano integral“, reitera Cabrejos, apelando al principio de la verdad y del diálogo honesto y transparente.
“Los valores de hermandad y solidaridad sustentan el Acuerdo de Escazú, pues reconoce nuestra realidad pluriétnica y pluricultural, promueve la cultura del encuentro y del diálogo, de la escucha mutua, del consenso, y de la comunión, para encaminar decisiones soberanas que protejan y garanticen la vida de los pueblos y la ecología integral”, concluye el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana.