La Iglesia de Palermo recuerda al beato Pino Puglisi, el sacerdote asesinado hace 27 años por la mafia siciliana

El sacerdote asesinado por la mafia, el beato Pino Puglisi

La noche del 15 de septiembre de 1993, en la que cumplía 56 años, el sacerdote italiano Pino Puglisi fue asesinado por la mafia. Era párroco en el barrio Brancaccio de Palermo, dominado completamente por la mafia, el desempleo y la falta de asistencia social. Ante ello, Puglisi enfocó su labor sobre todo hacia los jóvenes que pasaban el día en la calle y se convertían, así, en un blanco fácil para ser captados por la mafia.



La organización pronto empezó a advertirle que abandonara su labor con unas amenazas que, finalmente, se tornaron en el peor desenlace: su asesinato por parte de un sicario que, más tarde, reconocería que lo había hecho por odio a la fe. Pero esta confesión valdría para que, el 28 de junio de 2012, Benedicto XVI firmase el decreto por el cual se reconoce el martirio del Siervo de Dios Giuseppe Puglisi, lo cual abriría la puerta a su beatificación, el 25 de mayo de 2013, por el Papa Francisco. De esta forma, Puglisi es el primer mártir italiano asesinado por la mafia.

La Iglesia de Palermo se ha volcado estos días en su recuerdo a través de distintas iniciativas, que comenzaron, tal como recoge Vatican News, con la inauguración de la celebración ‘Beato Giuseppe Puglisi y Santa Rosa Venerini’, donde se proyectó al aire libre la película ‘La misión de 3P’, inspirada en la vida del padre Pino Puglisi.

Un recuerdo vivo

También se produjo en la noche de ayer un encuentro en la parroquia de Santa Maria della Pietà, donde fue bautizado el sacerdote, seguido de una vigilia de oración en Piazzetta Beato Padre Pino Puglisi. Hoy, el arzobispo de Palermo, Corrado Lorefice, celebrará una misa en la catedral. Mañana miércoles 16 y el viernes 18 de septiembre se proyectará, además, la miniserie ‘La sonrisa de 3P’, dirigida por Paolo Brancati.

Con motivo del 25 aniversario del asesinato del párroco, el papa Francisco viajó a Palermo en 2018. Allí, recordó que “cuando murió en su 56 cumpleaños, coronó su victoria con una sonrisa”. En el momento de su muerte, “el padre Pino estaba indefenso”, continuó el Papa, “pero su sonrisa transmitía la fuerza de Dios: no un resplandor cegador, sino una luz suave que se clava en el interior e ilumina el corazón. Es la luz del amor, del don, del servicio”.

Veintisiete años después, el recuerdo en Palermo del padre Puglisi se ha multiplicado con la creación de una escuela secundaria que lleva su nombre, así como una cancha de fútbol y el proyecto de un jardín de infancia. ​​

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