“Se considera el Valle de los Caídos como un lugar de memoria democrática y un cementerio civil. Se extingue la Fundación de la Santa Cruz y se deroga la legislación concerniente al Valle de los Caídos”. Así lo ha reconocido hoy el Gobierno de Pedro Sánchez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que ha aprobado el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática. De esta manera, el Ejecutivo arrincona a los monjes y otorga a Patrimonio Nacional la gestión del lugar.
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Como ha reconocido hace unos minutos la vicepresidente primera del Gobierno, Carmen Calvo, se “resignificará el Valle de los Caídos” para que las “30.000 víctimas de los dos bandos tengan paz y respeto”. Eso sí, dicha resignificación esta prevista para el futuro y aún hay que estudiarla, según ha avanzado la propia vicepresidenta.
El futuro de la comunidad de monjes benedictinos y de la escolanía quedaría, de aprobarse esta ley, a expensas de las negociaciones bilaterales entre autoridades religiosas y el propio Gobierno.
Entre las novedades, se encuentra la extinción de fundaciones que hagan apología del franquismo –entre las que ha citado a la Fundación Francisco Franco–; la creación de una Fiscalía de Memoria Democrática y Derechos Humanos; la exhumación de víctimas del franquismo de fosas comunes sufragada por fondos públicos; se revisarán las distinciones, condecoraciones y títulos concedidos por el franquismo; o que los descendientes de los brigadistas internacionales puedan acceder a la nacionalidad española.
La #LeyMemoriaDemocrática impulsará medidas para evitar la exaltación de la Guerra Civil y la dictadura. Se retirarán símbolos contrarios a la democracia, distinciones, títulos, condecoraciones o recompensas.
➡️Prevé la extinción de fundaciones que hagan apología del franquismo. pic.twitter.com/yrbIx7fxeB
— La Moncloa (@desdelamoncloa) September 15, 2020
El anteproyecto recoge dos fechas: el 31 de octubre, día en que se aprobó el proyecto de Constitución Española de 1978 en el Congreso de los Diputados y el 8 de mayo, día en el que se recordará a quienes lucharon contra el nazismo y el fascismo.
“No seríamos una gran democracia si no fuéramos capaces de enfrentarnos a nuestro pasado. Esta es una ley para encontrarnos todos, para producir sobre la verdad y la justicia, la paz que necesitan también las familias de estas víctimas”, ha reconocido la vicepresidenta.
Comienza la tramitación
Durante su comparecencia, Calvo también ha indicado que se cambiará el nombre el “Panteón de Hombres Ilustres”, donde las mujeres están “desaparecidas”, por el de “Panteón de España”, y se le dará relevancia enterrando en él a personalidades ilustres, entre las que ha citado a Clara Campoamor.
Asimismo, la ministra ha señalado que la legislación pretende “proteger para el futuro los archivos de la Presidencia del Gobierno de España”, tener “útiles” los archivos históricos hasta el momento anterior a la democracia y traer a España archivos de personalidades insignes que se encuentran fuera del país. Por otra parte, el anteproyecto contempla la creación de un censo de víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura; así como de un Banco Nacional de ADN de Víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura, para recibir y almacenar el ADN de víctimas y familiares, a fin de contribuir a la identificación genética de las víctimas.
El anteproyecto también declarará ilegales, nulos y sin ningún efecto todos los consejos de guerra y demás procesos (con las sentencias correspondientes) instruidos por causas políticas durante el régimen franquista, como por ejemplo, la del que fuera presidente catalán durante la II República, y fusilado por el franquismo, Lluís Companys.
Con todas estas novedades arrancará ahora su tramitación la ley de Memoria Democrática en el Congreso y el Senado; una ley que busca avanzar en la senda de reparación que abrió la ley de Zapatero.
