‘Para gestar nuevos cristianos’ es el título de la última carta pastoral del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla. Un amplio texto sobre la iniciación cristiana y el Jubileo de la Virgen de la batalla de Lepanto y el rosario que entronca con la propia experiencia del prelado que está a punto de cumplir 50 años de sacerdote y 25 de ordenación episcopal. En este sentido lamenta la secularización que se ha producido en la sociedad y cómo la formación cristiana se vivía en casa.
“Mirado desde fuera todas estas piezas estaban en su sitio”, escribe en relación a su experiencia, “pero de frente venía un vendaval arrollador del que había que defenderse y contrarrestar con propuestas concretas que siguieran un proceso continuado y que respondieran a las exigencias concretas de su vida”, advierte. Y es que, recuerda cómo en los 70 en España “se estaba operando una “deconstrucción” de la cultura cristiana galopante, fundamentalmente en la universidad y en algunos medios de comunicación. El ambiente de novedad, de disenso en algunos casos y de secularización penetró en el interior de la Iglesia”. “Pocos años fueron suficientes para ir desmoronando un edificio (la propia Iglesia católica) que se mostraba compacto y,a su modo, fecundo”, señala.
Recuerda, además, su tiempo como “testigo privilegiado de cuanto sucedía en España respecto a los temas de la dignidad de la vida humana y los referidos a los ámbitos del matrimonio y de la familia. El afán demoledor de la cultura cristiana respecto a estos temas en España ha sido y es tremendo. España, sin lugar a dudas, ha sido un campo a conquistar respecto a la secularización y un laboratorio donde ensayar toda la deconstrucción antropológica, la ideología de género, su derivación en la teoría “queer”, etc. , que después se ha transportado a Hispanoamérica”. Así, denuncia la existencia de “un sistema globaldiseñado como ingeniería social y que tiene como objetivo la exaltación de la autonomía radical del individuo, la promoción de lalibertad como posibilidad de todas las posibilidades y la afirmación de los propios deseos y sentimientos como nuevos derechos humanos”.
Lamenta que las enseñanzas del magisterio del Papa Juan Pablo II y de Benedicto XVI y los textos de la Conferencia Episcopal “no llegaban a penetrar en el tejido eclesial que de distintas maneras no era del todo consciente de la avalancha de medios que se estaban utilizando para promover el cambio social y el diseño de una sociedad que del relativismo moral está transitando al nihilismo”. Una tendencia que también encuentra dentro de la Acción Católica, las instituciones educativas o sociales. “Lo cierto es que la fe de nuestro pueblo está con heridas muy graves y no llega a conformar la vida humana ordinaria y la actividad de las personas”, concluye.
“¿Qué nos ha pasado a los católicos españoles? ¿Cómo hemos podido estar tan poco atentos a las voces proféticas de san Juan Pablo II y Benedicto XVI?”, se pregunta. En este sentido ofrece el cuidado del primer anuncio como respuesta. Para ello ofrece las indicaciones del difunto cardenal Carlo Caffarra. En este sentido, Reig invita a organizar las parroquias en este sentido.“Los sacerdotes, por nuestra parte, hemos de ser conscientes de que nuestro servicio redentor comporta dos ámbitos que son distintos: generar cristianos y nutrir a los cristianos generados”, apunta poniendo como ejemplo las Comunidades Neocatecumenales y algunas intervenciones de Benedicto XVI. También destaca algunas iniciativas locales como los Cursillos de Cristiandad, la experiencia ‘Arde Complutum’, los cursos Alpha, los tetiros de Emaús y Effetá o la celebración de Todos los Santos (Holywins), la reversión de las reliquias de los Santos Niños y la Adoración de los Magos, los programas para Aprender a amar en las familias.
Finalmente, el obispo invita a celebrar el 450º aniversario de la victoria de Lepanto con la propagación del Santo Rosario. Por ello, confirma que desde la diócesis han “solicitado a la Sagrada Penitenciaría de Roma un Año Jubilar que nos ayude a volver la mirada a la Virgen de la Victoria buscando su intercesión y para actualizar y propagar entre los fieles, también los niños, las familias y las parroquias el rezo del Santo Rosario privada y públicamente”.
“Nos debe invitar a la oración y a formar, unidos a Pedro, una liga santa de almas orantes invocando a María con el rezo del Santo Rosario y suplicando su intercesión”, reivindica. “Hoy los ataques no se sitúan en un territorio concreto, sino que han penetrado en el interior de las almas. Se trata de una situación, la nuestra, en la que se prescinde de Dios y se pretende “deconstruir” la persona humana, la familia, la educación y el sentido cristiano de la vida social y política”, lamenta. “La grandeza y la sublimidad de lo que es el hombre (varón y mujer) y su dignidad han quedado oscurecidas por la hegemonía de una cultura que, por prescindir de Dios, se ha quedado a oscuras y ha pervertido la misma libertad humana, que naufraga ante la cantidad de opiniones y estímulos que se le ofrecen a través de los medios de comunicación de masas”, añade.