Núria Gispert i Feliu, primera mujer en presidir Cáritas Española, falleció ayer en su Barcelona natal, donde residía, a la edad de 84 años. Elegida presidenta el 29 de septiembre de 2002, accedió al cargo desde la dirección de Cáritas Diocesana de Barcelona, labor que compaginaba en el momento de su nombramiento con el de vicepresidenta de la Confederación durante la etapa de su predecesor, José Sánchez Faba. En 2004 presentó su renuncia por razones de salud y fue sucedida en la Presidencia de Cáritas Española por Rafael del Río Sendino.
Su nombramiento fue adoptado por la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Española, presidida por el entonces obispo de Barbastro-Monzón, Juan José Omella, hoy cardenal presidente del episcopado y arzobispo de Barcelona.
Durante su etapa al frente de Cáritas Española, Núria Gispert lideró la implantación del primer Plan Estratégico y la cohesión del trabajo confederal a través de una intensa agenda de visitas a un gran número de Cáritas Diocesanas de todo el país. Promovió, asimismo, junto a la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, la iniciativa ‘Nadie sin Futuro’ para impulsar un gran pacto de Estado por la Inmigración en España, según un comunicado de Cáritas Española en el que lamentan su fallecimiento.
Con motivo de su nombramiento, Gispert aseguró que al convertirse en la primera mujer en desempeñar el cargo de presidenta de Cáritas la Iglesia “se ha mostrado en la misma línea que pide la sociedad, que es la de la igualdad de sexos”.
Nacida en 1936, estuvo vinculada desde joven a movimientos de militancia cristiana, ocupando diversos puestos en la Archidiócesis de Barcelona. Entre 1979 y 1995 fue concejal del Ayuntamiento de la Ciudad condal, donde asumió responsabilidades en las áreas de participación ciudadana y centros cívicos. En 1998 fue nombrada directora de Cáritas Diocesana de Barcelona.
“No se trata solo de paliar las necesidades básicas de las personas más desfavorecidas, sino de luchar contra las desigualdades y las injusticias que las causan. Se trata de mejorar las leyes y las situaciones para mejorar la vida de los colectivos más vulnerables. Hay que sentirse responsable del otro y de su situación. Solo poniéndonos en la piel del otro podremos entender las dificultades en que se encuentra”, decía Gispert en la entrevista que Cáritas Barcelona le hizo el año pasado con motivo del 75 aniversario de la entidad.
Tras conocer la noticia de su fallecimiento, el actual presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón, envió un mensaje de condolencia a la familia de su predecesora donde reconoce la “huella imborrable dejada por Núria en la familia Cáritas, a la que sirvió con plena dedicación y entrega, incluso con un importante coste para su salud, y a la que aportó su profundo conocimiento de la acción social, un campo que no abandonó jamás y al que seguiría apoyando toda su sabiduría y experiencia tras la etapa al frente de Cáritas”. “Ella ha sido un ejemplo vivo de cómo allí donde están la caridad y el amor, allí está Dios. Descanse en paz”, ha concluido Bretón.