Tal como avanzaron fuentes del entorno, el arzobispo Georg Gänswein, secretario del papa emérito Benedicto XVI y todavía prefecto de la Casa Pontificia, recibió ayer, 17 de septiembre, el alta hospitalaria. El sacerdote alemán, de 64 años, fue ingresado el pasado 11 de septiembre por problemas renales y ahora se encuentra “mejor y mejorando constantemente” según ha publicado la delegación alemana de CNA.
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Muestras de afecto
Gänswein ha querido agradecer las oraciones por su recuperación. “Que Dios te recompense por tu apoyo en la oración”, ha sido su mensaje. Ahora, el prefecto regresará al Vaticano tras estar hospitalizado, donde reside en el monasterio Mater Ecclesiae junto a Benedicto XVI.
Los dolores de riñón de Georg Gänswein han surgido cuando la salud del papa emérito ha sufrido un leve contratiempo. Ya que tras la visita relámpago de Benedicto XVI a Baviera, en Alemania, las alarmas se dispararon tras diagnosticársele una irritación cutánea llamada ergotismo y conocida como el ‘fuego de San Antonio’ o ‘fuego del infierno’.