Las monjas cistercienses de Sevilla han decidido poner en alquiler una parte de su domicilio: el Real Monasterio de San Clemente. Y es que, tal como han explicado las religiosas, con la venta de dulces y las donaciones no pueden hacer frente al mantenimiento de este edificio de más de siete siglos y Bien de Interés Cultural.
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De esta manera, las religiosas pondrán en alquiler una cuarta parte del monasterio para eventos, exposiciones, hospedería o restauración, con el objetivo de conseguir unos ingresos que les permitan restaurar las zonas del mismo que se encuentran más castigadas por el paso del tiempo.
Actividades “compatibles”
La única condición que han puesto las hermanas cistercienses a la agencia que gestiona el alquiler es, precisamente, que el nuevo inquilino lleve a cabo actividades que sean “compatibles con la vida de las hermanas”. Además de este nuevo servicio, las hermanas ofrecen un servicio de hospedería monástica para realizar retiros espirituales.
