El obispo emérito de Ciudad Real, Antonio Algora, está hospitalizado desde ayer en el Hospital La Paz (Madrid) por coronavirus. El prelado, de 79 años, ha dado positivo en Covid-19 tras ser diagnosticado de una neumonía.
Nacido en La Vilueña (Zaragoza) el 2 de octubre de 1940, Algora reside en Madrid desde 2016, cuando dejó su cargo al frente de Ciudad Real, cuyo remplazo fue, por deseo del papa Francisco, Gerardo Melgar. Algora sucedió a Rafael Torija (1927-2019) como prelado de Ciudad Real y las órdenes militares en mayo de 2003 y cesó el 8 de abril de 2016, fecha desde la que sigue ejerciendo su labor pastoral en la iglesia Santa María la Mayor y San Julián en el barrio de Tetuán.
Cursó los Estudios Eclesiásticos en el Seminario Diocesano de Madrid. El 23 de diciembre de 1967 fue ordenado de sacerdote y quedó incardinado en la que entonces era la Archidiócesis de Madrid-Alcalá.
De 1968 a 1973 fue consiliario de las Hermandades del Trabajo en Alcalá de Henares. Trasladado a Madrid como Consiliario de los jóvenes de Hermandades, sustituyó al fundador, Abundio García Román en 1978 como Consiliario del Centro de Madrid.
El 9 de octubre de 1984 fue nombrado vicario episcopal de la Vicaría VIII de la Archidiócesis de Madrid. El 20 de julio de 1985 fue nombrado obispo de Teruel y Albarracín. Recibió la consagración episcopal el 29 de septiembre de ese mismo año.
En la Conferencia Episcopal Española es miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Promoción Humana desde marzo de 2020.