“La difícil tarea de la búsqueda del bien común sigue guiando a los miembros de las Naciones Unidas que, tras 75 años de historia y compromiso con los derechos, la justicia y la paz, es hoy más necesaria que nunca para responder a las grandes esperanzas del mundo”. Con estas palabras se expresa el cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, a la ONU en su aniversario. En un videomensaje, el purpurado habla en nombre de la Santa Sede al órgano mundial que hoy comienza su primera Asamblea General online.
Parolin ha recordado durante su alocución la contribución de la Santa Sede desde 1964, año en el que fue reconocida como Estado observador. Citando a Pablo VI, Juan Pablo II y Francisco, recuerda que los papas siempre han instado a esta “noble institución” a ser un “centro moral” donde cada país pudiera “sentirse en casa”, donde la “familia de naciones” se reuniera y donde la “comunidad internacional, en un espíritu de fraternidad y solidaridad, avanzara con soluciones multilaterales a los desafíos mundiales”. Porque, como ha dejado claro la pandemia del Covid-19, no podemos “seguir pensando solo en nosotros mismos”, debemos trabajar juntos para superar el sufrimiento más grave del mundo, “conscientes de que la carga que llevan algunos concierne necesariamente a toda la familia de naciones”.
El secretario de Estado destaca en esta efeméride el compromiso de la ONU en “proteger y promover” el derecho y la justicia en el mundo contra “la guerra y la violencia”, llevar alimentos a los que no los tienen, “proteger nuestra Casa común” y “avanzar en un mundo de desarrollo humano integral”. Asimismo, agradece a la ONU su trabajo en defensa de la libertad religiosa y el compromiso para que la diplomacia y el diálogo puedan resolver guerras y conflictos.
No obstante, el purpurado destaca que en la historia de las Naciones Unidas ha habido “reveses y fracasos”, puesto la organización “no es perfecta”. “No siempre han estado a la altura de su nombre e ideales, puesto que, a veces, los intereses especiales han prevalecido sobre la búsqueda del bien común”. Por ello, pide a todos los diplomáticos que renueven “su compromiso sincero con la búsqueda del bien común a través del consenso y un compromiso auténtico”.