“Lo que nos hace evolucionar o crecer no es verdad que sea el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años. No existe el mérito donde el más tonto de los ricos tiene más posibilidades que el más inteligente de los pobres”. Así se expresó la semana pasada el presidente de la Nación, Alberto Fernández, al referirse a la meritocracia como parte del sistema imperante.
Este domingo, la cuenta oficial de twitter de @Pontifex_es posteó: “Quien razona con la lógica humana, la de los méritos adquiridos con la propia habilidad, pasa de ser el primero a ser el último. En cambio, quien se confía con humildad a la misericordia del Padre, pasa de último a primero (cfr. Mt 20, 1-16)”. #EvangeliodeHoy
El srzobispo platense salió al cruce de los comentarios y explicó el comentario que el Papa hizo sobre el Evangelio de este domingo (Mt 20, 1-16) en el que se narra el pago similar que recibieron los que trabajaron todo el día y los que lo hicieron solo al final del día. ‘Tucho’, como se conoce al prelado coloquialmente, se considera un ‘hijo adoptivo’ de Francisco, en tanto a que ha crecido pastoral y teológicamente al lado del que fuera el arzobispo de Buenos Aires.
Víctor Manuel “Tucho” Fernández señaló: “Francisco no hizo más que comentar lo que dice el Evangelio, nos guste o no nos guste. Pero en la Argentina, como siempre, lo interpretaron políticamente, como si el Papa, en cada cosa que dice, estuviera pensando en los políticos argentinos”.
También aclaró que se trata de una antigua doctrina sobre la gracia divina. Según este dogma, “nosotros no podemos merecer la amistad con Jesucristo, la justificación, porque eso es algo que nos sobrepasa de tal manera, que es imposible comprarlo o merecerlo con un esfuerzo humano“.
Por la coincidencia de estas menciones en la misma semana por parte del presidente argentino y del Papa, el prelado afirmó: “dicen que lo que afirmó el Papa es un apoyo a Alberto Fernández y que sigue metiéndose donde no debe. Es cosa de locos. Francisco habló de una cuestión eminentemente religiosa que no hay por qué trasponer a otras cuestiones meramente humanas”.
Finalmente, Fernández aseveró: “No vale la pena hablar, porque los fanatismos partidarios aquí tiñen todo y si quieren darle al Papa le van a dar diga lo que diga. Así somos“.