En el Vaticano los nombramientos de obispos y cargos destacados de la Curia se suelen dar a conocer, con puntualidad romana, a las 12 en punto del mediodía. Sin embargo, este jueves, 24 de septiembre, la Oficina de Prensa de la Santa Sede emitió una edición especial de su boletín informativo pasadas las ocho de la tarde para comunicar la jubilación del cardenal Giovanni Angelo Becciu. Hasta ahora, era, además, el representante pontificio ante la Orden de Malta.
“Hoy, jueves 24 de septiembre, el Santo Padre aceptó la renuncia al cargo de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y los derechos relacionados con el Cardenalato, presentada por Su Eminencia el cardenal Giovanni Angelo Becciu”, dice la escueta nota. Una decisión que no deja de extrañar, ya que el hasta ahora purpurado tiene 72 años, cuando la renuncia de edad es a los 75.
Además de dejar su encomienda en la Curia Romana, destaca la renuncia “los derechos relacionados con el Cardenalato”, rango concedido por el papa Francisco. Esta movimiento es algo muy excepcional en la historia de la Iglesia. Hasta ahora el único escándalo con el que se le había relacionado es de su época como subsecretario de Estado del Vaticano y la investigación sobre la compra opaca de un palacete en Londres. En su momento, Becciu se defendió enérgicamente señalando que las acusaciones contra él eran “difamatorias” y que las rechazaba “de manera firme e indignada”.