“No en todas partes somos bienvenidos con alegría cuando proclamamos la palabra de Dios”, con estas palabras se dirigía a sus hermanos en el episcopado el arzobispo de Colonia, el cardenal Rainer Maria Woelki, durante la homilía en la oración de inicio, este 23 de septiembre, de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal alemana en Fulda. El purpurado eligió el “riesgo” actual de la predicación para recordarle a los obispos que “no añadimos nada a la palabra de Dios”.
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Un gesto de caridad
El cardenal Woelki destacó que la proclamación de la Palabra siempre incluye la acción caritativa, es como “alimentar al hambriento, curar al enfermo”. “Es necesario que confiemos en que Dios cuida de nosotros y de nuestra existencia, independientemente de si viajamos con una bolsa de provisiones y dinero o sin ellas”, señaló según recoge la agencia Katholisch.
Así se presentó, sin una camisa de repuesto, bromeó, en la asamblea episcopal. Una reunión en la que se sigue de cerca el proceso del Camino Sinodal, del que el presidente de la conferencia, Georg Bätzing, había señalado que se limarán las diferencias entre los prelados porque “nosotros como obispos permanecemos juntos”, destacó. También han analizado la incidencia del coronavirus en la Iglesia alemana y han organizado un acto para recordar a las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia Católica en la plaza de la catedral de Fulda.