“Sigamos buscando con pasión y con creatividad las respuestas que la vida consagrada necesita hoy. Hagámoslo desde el rigor intelectual y desde el calor y la vida real”. Con estas palabras se presentaba ayer el nuevo director del Instituto Teológico de Vida Religiosa (ITVR), el P. Antonio Bellella Cardiel, en la inauguración del nuevo curso. Durante sus palabras invitó a la comunidad educativa a vivir este curso con alegría en medio de las dificultades y a prepararse para la misión eclesial presente o futura “dejándonos enriquecer recíprocamente desde la propia variedad y riqueza de profesorado y alumnado del centro”.
- LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
En el año en que el ITVR celebra sus bodas de oro, los Misioneros Claretianos quieren seguir al servicio de la formación y de la reflexión teológica sobre la Vida Consagrada pese a las dificultades ocasionadas por la pandemia. Un año más, el cardenal Aquilino Bocos, CMF, presidió la concelebración de la Eucaristía, en la que le acompañó en el altar el P. Adolfo Lamata, vicario provincial, en representación del superior de la provincia claretiana de Santiago y del P. General que preside este centro.
Durante la homilía, el P. Lamata invitó a los presentes a no dejarse “asfixiar ni aplastar por las calamidades que estamos viviendo por la pandemia, ni por nuestros propios límites, nuestros errores, nuestro pecado”. “Que encontremos espacio para encender el corazón”, insistió. Igualmente exhortó a todos a, más allá de lo docente, “ampliar la mirada y buscar nuevos lenguajes para que el mensaje de Jesús llegue al mayor número de personas”. “El Espíritu Santo, al que invocamos en esta Eucaristía, nos ayude a hacer memoria del Maestro”, concluyó.
Elegir la vida
Este curso, la Lectio fue dictada por la misionera claretiana Rosa Ruiz, bajo el título ‘Y la salud, naciendo de la herida. Elegir la vida: camino y signos de crecimiento espiritual’. La profesora hizo una exposición sobre lo que significa comprender la salvación que nos trae Jesucristo como salud integral. De la mano del episodio evangélico de la hemorroísa y de Ireneo de Lyon, uno de los grandes Padres de la Iglesia de los primeros siglos, los oyentes fueron introducidos en esta importante cuestión que enfoca la visión de la salvación no tanto en la herida o en el pecado, sino en la salud.
“Al igual que la hemorroísa acude a Jesús, reconocer la enfermedad o enfermedades (también en el ámbito de la Vida Consagrada) es un paso necesario para caminar hacia un futuro abierto hacia una salud o sanación integral y fecunda que ha de entenderse siempre como proceso, como camino de humanización y de divinización”, destaca el comunicado del ITVR.
La ponente destacó que San Ireneo nos insiste en que somos como barro modelado por el creador, que vamos tomando la forma divina si nos dejamos. “Como barro en manos del alfarero, a los creyentes (a las personas consagradas) nos corresponde permitir que el Artista (Dios) nos modele”, recalca el texto. La profesora, especialista en el pensamiento de Ireneo de Lyon, refirió cómo este nos invita en sus escritos a poner lo nuestro, lo que nos corresponde, y que es, sobre todo, “no perder la humedad” necesaria para que el alfarero pueda modelarnos.