Ante el deficiente servicio de agua potable en la populosa barriada de La Vega, en el suroeste de Caracas, el sacerdote jesuita Alfredo Infante, junto a líderes comunitarios y vecinos del sector, organizó una procesión con imágenes de José Gregorio Hernández.
“En Venezuela estamos en una emergencia humanitaria compleja, una expresión de ello es el colapso de los servicios públicos por múltiples razones como la corrupción, ineficiencia y emigración de mucha gente competente lo que debilita la institucionalidad pública”, ha dicho el jesuita a Vida Nueva.
Para Infante el origen de “la crisis de servicios públicos como el agua se debe a la falta de voluntad política” de resolver los verdaderos problemas, por eso que inspirados en la figura del médico de los pobres decidieron expresar su descontento de manera pacífica.
El cura ha señalado que hay una severa crisis del agua en el conglomerado de suburbios pobres del oeste de Caracas: “Yo vivo en la parte alta de La Vega, allí hay sectores que llevan entre dos, tres, cuatro meses y hasta más sin agua”.
De hecho “cuando llega, solo dura unas pocas horas” además sale “turbia y con olores fétidos, en pocas palabras es un servicio de muy mala calidad, el agua no es potable y está produciendo muchas enfermedades”.
Por eso en la actual coyuntura en la que Venezuela celebra el camino a los altares de su primer beato laico, la Iglesia ha decidido en estas zonas populares de la capital hacer ejercicios de reflexión sobre la vida y obra de este ilustre personaje, porque “él es un símbolo importante en la memoria de la fe del pueblo”.
El sacerdote ha dicho que “la procesión sirvió muchísimo para que la gente expresara desde lo más hondo todo su sentir” y realizada con poco aforo y bajo medidas de bioseguridad; sin embargo a dos kilómetros del recorrido un cordón de la policía nacional y la policía municipal de Caracas los obligaron a retroceder alegando que estaban violando el decreto presidencial de cuarentena.
“Nosotros, por supuesto, no íbamos a confrontar, sino que entramos en conversación con ellos”, ha indicado Infante, toda vez que por esta situación “el Gobierno estaba violando la constitución nacional que garantiza el derecho a la salud y al agua potable que es un bien común para todos”.
Al igual que los venezolanos de hoy, a José Gregorio le tocó una época de un país destruido por la guerra y la dictadura –afirma el presbítero– por ello en el actual contexto la figura del próximo beato “une al pueblo en una misma fe”.
Lo que sí está claro para Infante es que este gobierno que “dice defender a los pobres” cada día más se encarga de reprimir sobre todo en barriadas populares, donde en otrora apoyaron fuertemente al chavismo.
“Eso los deja en evidencia”, pues a causa de ese descontento popular “el gobierno tiene un pie de fuerza en los sectores populares” para amedrentar a la población.
El jesuita ha asegurado que esta procesión no tuvo ningún carácter político, sino que se hizo desde las necesidades reales de la gente y suscitada a partir de una serie de encuentros y reflexiones desde la fe denominada Venezuela camina con José Gregorio Hernández.