El papa Francisco propone a los gendarmes del Vaticano el “camino del servicio”

Este sábado, 26 de septiembre, el papa Francisco ha presidido en la Gruta de Lourdes en los Jardines del Vaticano una eucaristía con motivo de la Cuerpo de Gendarmería que tiene a san Miguel Arcángel como patrono y protector. “En el servicio nunca te equivocas, porque el servicio es amor, es caridad, es cercanía. El servicio es el camino que Dios ha elegido en Jesucristo para perdonarnos, para convertirnos”, señaló el pontífice a los agentes congregados.

• LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
• Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos

Un camino de encuentro mutuo

La conversión ha sido la propuesta fundamental de estas lecturas. “Conversión del corazón; conversión que significa ‘cambiar de vida’, es decir, que el corazón que no va por un buen camino encuentra un buen camino”, señaló. “Dios camina, como nosotros, para encontrarnos”, reclamó el Papa al destacar que la acogida de Dios a los pecadores. “Este es el perdón de Dios, el camino de la conversión”, añadió. “Y cuando el hijo habló pidiendo perdón, el abrazo le cerró la boca. Eso es conversión. Ese es el amor de Dios. Es un camino de encuentro mutuo”, señaló citando la parábola del hijo pródigo.

“El modelo es el del Evangelio, de los ricos, de los pobres, el modelo es Jesucristo. Salió a nuestro encuentro”, continuó Bergoglio. “El camino de la conversión es acercarse, es la cercanía, pero la cercanía es el servicio”, por eso pidió a los gendarmes: “Cada vez que te acerques a servir, imita a Jesucristo. Cada vez que das un paso para poner orden, piensas que estás haciendo un servicio, estás haciendo una conversión que es un servicio. Y de la forma en que lo haces, haces el bien a los demás”.

Francisco agradeció la labor de los agentes y destacó que “su servicio es una doble conversión: una conversión propia,como la de Jesucristo, dejando las comodidades, dejando… ‘Voy a servir’; y la otra conversión, la del otro, que no se siente castigado al principio sino escuchado, puesto en su lugar, con la humildad de Jesús. Así que Jesús te pide que seas como él: fuerte, disciplinado, pero humilde y sirviente”. “Tu camino es el del servicio, el camino es este, pero dicho con el corazón, dicho con humildad, dicho con cercanía”, ratificó.