Con motivo de la 106ª Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, celebrada este 27 de septiembre, que este año tuvo el lema “como Jesucristo, obligados a huir”, las organizaciones que integran la red Clamor han denunciado que “la migración forzada y los desplazamientos internos” son producto principalmente de los conflictos armados, narcotráfico y la represión de regímenes autoritarios.
“Son miles las víctimas de los conflictos armados, de los poderes del narcotráfico y otras formas de organizaciones criminales, como las maras y pandillas, el uso de las fuerzas de seguridad pública para intimidar, hostigar, reprimir, desaparecer y matar”, han señalado.
Las organizaciones de Clamor han argumentado que el fenómeno de la migración forzada y desplazamiento interno tiene sus raíces en causas estructurales, en la que un sistema socio económico, político y cultural “empobrece y excluye a las grandes mayorías”.
Todos estos flujos migratorios en condiciones de vulnerabilidad trae consigo consecuencias como la violencia, tráfico y trata de personas, prostitución, explotación sexual de menores, venta de órganos, turismo sexual, pérdida de la cultura originaria y de la identidad como también “la criminalización y asesinato de líderes sociales”.
Por eso han exigido a los Gobiernos de América Latina y El Caribe “garantizar la dignidad y los derechos de las personas en Movilidad, evitar las deportaciones masivas y facilitar los procesos de regularización”.
Además han advertido que “los atentados contra la naturaleza tienen consecuencias contra la vida de los pueblos”. Una muestra de ello son “las sequias e inundaciones, incidentes con residuos tóxicos en aires, tierra y mar, como el de Brumadinho en Brasil”, donde muchas de las poblaciones han tenido que abandonar sus territorios.
“La Amazonía hoy es una hermosura herida y deformada, un lugar de dolor y violencia. Todo eso genera el desplazamiento forzado de pueblos indígenas, campesinos y ribereños expulsados de sus territorios a las zonas más pobres y peor urbanizadas de las ciudades”, acotaron.
Una vez más hacen un llamado “a todos los bautizados y bautizadas, a las parroquias, a las comunidades cristianas y organizaciones eclesiales a acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes, desplazados, refugiados y víctimas de trata”.
También han pedido “combatir todo tipo de estereotipos y prejuicios que favorecen la xenofobia, la discriminación y la exclusión”, porque “no es cristiano quien se empeña en construir muros en vez de Puentes” en referencia a las palabras del Papa Francisco en 2016 tras su visita a México.
Foto: UNICEF