La renuncia obligada del cardenal Angelo Becciu ha salpicada a su familia y sus presunton negocios. Ahora, mientras el prelado sigue concediendo entrevistas, sus hermanos también defienden su modo de vida. Por ello, según ha informado la agencia italiana ANSA, la familia ha presentado dos denuncias por difamación y calumnia frente a las informaciones que se han dado y que incriminan a los hermanos como beneficiarios del dinero desviado de la Iglesia por el cardenal.
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El abogado Ivano Iai, defensor de toda la familia, anunció que ha “preparado y remitido a las autoridades competentes, en nombre y para la protección de la familia Becciu dos denuncias por violación de las disposiciones penales sobre calumnia y difamación agravada y prohibición de divulgación de secretos de oficio e investigación”. Para el letrado, estas publicaciones son “un caso de mala praxis corrupta que, a través de la filtración ilícita de información confidencial y de documentos continuamente divulgados por los medios de comunicación de forma distorsionada y despectiva, ha dado lugar a la comisión de nuevos delitos y a la violación de los derechos de las diversas partes implicadas”.
Los negocios de Mario Becciu
Uno de sus hermanos, Mario Becciu, profesor junto a su esposa de Psicología en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma ha salido en defensa del cardenal y ha negado en una entrevista en el periódico ‘L’Unione Sarda’ que recibió 1,5 millones de euros para financiar la puesta en marcha de una cerveza a través de un inversor dedicado al petróleo en Angola –donde Angelo Becciu era nuncio– sin relación con su hermano. “Hemos firmado un contrato regular que prevé la devolución de los fondos. Actualmente, se han ingresado 800 mil euros en la cuenta corriente de la empresa”, señaló en el diario la Repubblica.
“El Sr. Mosquito [el inversor] viene a menudo a Roma, donde tiene muchos amigos, incluyendo a mi hermano. También nació una amistad entre nosotros, y juntos llegamos a un acuerdo sobre el proyecto de la cerveza”, relata. Con este inversor se acordó la participar con 250 millones de euros en la explotación de un yacimiento de petróleo en Angola, “una petición que vino del empresario a mi hermano, no al revés, y no fue aceptada por la comisión de expertos que consideraron la inversión poco rentable. Mi hermano, en vez de dejarse influenciar por la amistad, siguió el consejo de los expertos”, reitera Mario Becciu.
También se desmarca de otra acusación, del hecho del acuerdo entre Angel’s –empresa de Mario Becciu– y Cáritas por el que podían poner el logo de la entidad solidaria a cambio de una donación del 5% de los ingresos –si bien Cáritas no habría visto aún ni un solo céntimo–. “Mi hermano no sabía nada de esto hasta hace tres días”, explica Mario Becciu. “¿Puedo trabajar con Cáritas porque soy un profesional valioso que ha trabajado con ellos durante años y no porque soy el hermano de un cardenal? Entre otras cosas, el contrato aún no está activo porque los barriles siguen en stock gracias a Covid”, aclara.