El papa Francisco concluyó este miércoles su ciclo de catequesis dedicado a la “curación del mundo” ante los males creados y agravados por la pandemia advirtiendo en tono directo que “para cambiar” y conseguir así que la sociedad salga de esta crisis mejor que antes, “nadie debe hacer el tonto mirando hacia otro lado”.
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El Pontífice abogó por “regenerar” las estructuras sociales para aprovechar esta oportunidad, de manera que, cuando termine la emergencia sanitaria, no se regrese a “la llamada ‘normalidad’, porque estaba enferma ya antes de la pandemia, como ésta ha evidenciado. Está enferma de injusticias, desigualdades y degrado ambiental”.
Inteligencia Artificial
Para lograr ese cambio, el Papa abogó por una organización social basada en el “contribuir, compartir y distribuir con ternura, no en el poseer, excluir y acumular”. El “modo cristiano” de hacer esto “no es mecánico, sino humano”, señaló Francisco en su catequesis, en la que consideró “importantes” los medios técnicos como la Inteligencia Artificial, aunque nunca podrán desarrollar “la ternura”.
El coronavirus no solo causa “heridas profundas” en nuestra sociedad, pues al mismo tiempo desenmascara las “vulnerabilidades físicas, sociales y espirituales” y expone las desigualdades que existen en el mundo. Entre ellas el Papa citó la falta de oportunidades y de acceso a la sanidad, la tecnología y la educación, lamentando que haya “millones de niños” que no puedan ir a la escuela. “Estas injusticias no son naturales ni inevitables. Son obras del hombre, provienen de un modelo de crecimiento desprendido de los valores más profundos”, denunció.
Sociedad más sana
Para salir de la pandemia no hace falta solo lograr una cura contra el Covid-19, sino también “para los grandes virus humanos y socioeconómicos”. Ese objetivo no se logrará esperando que el modelo económico resuelva por si sólo los problemas que ha creado, como el “desarrollo injusto e insostenible”. “No lo ha hecho y no lo hará porque no lo puede hacer, incluso si ciertos falsos profetas siguen prometiendo ‘el efecto cascada’ que no llega nunca”, lamentó.
“Tenemos que ponernos a trabajar con urgencia para generar buenas políticas, diseñar sistemas de organización social en los que se premie la participación, el cuidado y la generosidad, en vez de la indiferencia, la explotación y los intereses particulares”, comentó finalmente el Papa, que consideró que una sociedad “solidaria y justa es una sociedad más sana”.