La diócesis de Rockville Centre, en Nueva York, se declaraba ayer, 2 de octubre, en bancarrota. Y es que, tal como informa EFE, no puede hacer frente a las decenas de demandas por abusos sexuales a menores. Esta decisión no fue “tomada a la ligera”, tal como ha asegurado su obispo, John Barres. “Es la mejor vía para asegurar justicia y una salida equitativa para todos aquellos implicados, incluidos los supervivientes de los abusos, cuya compensación se resolverá en los tribunales”, apuntó.
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La diócesis, situada en Long Island, se acoge a la bancarrota al no poder hacer frente a los costos de los litigios que tiene pendientes y después de haber compensado a más de 300 víctimas desde 2017. Según ha explicado el prelado, esto ha ocurrido después de que las aseguradoras hayan decidido no hacer frente a los costes ante el aumento de las demandas. Asimismo, la caída de las colectas por el cierre de las iglesias durante la pandemia del Covid-19 aceleró este proceso de quiebra.
Denuncias hasta los 28 años
Por otra parte, el incremento de demandas contra la Iglesia neoyorquina se produjo después de que el gobernador del Estado, Andrew Cuomo, decidiera ampliar la edad mínima que permitía denunciar abusos sexuales a menores y jóvenes hasta los 28 años.
