Inmerso en la preparación de la Jornada Mundial de las Misiones que se celebra el 18 de octubre, el director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP), José María Calderón, nos reconoce que son muy conscientes de que este Domund 2020 va a estar sin duda marcado por el coronavirus. Tanto por la especial preocupación que transmiten los misioneros ante el agravamiento de las situaciones que muchas veces padecen las comunidades acompañadas, como por la menor ayuda que se teme que reciban, precisamente, cuando más lo necesitan. Y es que, ante las restricciones sanitarias para asistir a celebrar la misa, la colecta extraordinaria de ese domingo puede verse duramente afectada.
Lejos de caer en el desánimo ante esta situación, Calderón apuesta por la “creatividad”, que esta edición “va a tener que estar muy aguda”. “Tenemos que hacer un esfuerzo –asegura– porque la incertidumbre nos puede comer el terreno y, justamente, Domund significa poder dar a conocer a Cristo a mucha gente que, si no nos movemos nosotros, no le podrán conocer… ¡Qué responsabilidad!”.
“Hay que decir –recalca–, con verdadera convicción, que la oración es lo primero, siempre. Dios, con su providencia, es el único que puede ayudar a que esta situación cambie y la Jornada del Domund llegue a todos los hogares de España”.
Porque “la ayuda económica es imprescindible”. De ahí la esperanza en el tradicional compromiso de los españoles con los misioneros, estando cada edición nuestro país entre los más volcados con la cita misionera de la Iglesia por excelencia: “Gracias a Dios, los cristianos españoles siempre hemos sido muy conscientes del trabajo, en muchos casos heroico, que realizan nuestros misioneros. Pero, en esta situación de pandemia, allí (donde los recursos son escasísimos) y aquí (donde no vamos a poder realizar una Jornada del Domund normal), es todavía más urgente esta ayuda económica”.
“Por eso –concluye el director de OMP España–, en la web ‘Domund’, hemos multiplicado las historias de nuestros misioneros en nuestra web, hemos invitado a participar en una carrera virtual el fin de semana del Domund, hemos abierto nuevos canales de colaboración (Bizum, transferencias, pago con tarjeta…) y hemos organizado conexiones con los misioneros por videoconferencia”. Lo dicho, en el año más difícil, la creatividad al poder.
Como se recuerda desde OMP España, “con lo recaudado en el Domund se sostiene la presencia de la Iglesia en los 1.115 territorios de misión”; es decir, “para presentar la Buena Noticia en todo el mundo” (uno de cada tres bautismos en el mundo se dan en las misiones) y, también, “estar con los que más sufren”. De ahí que el compromiso de los posibles donantes “cobre un especial sentido en la crisis sanitaria del COVID-19”. Y no solo a nivel sanitario, pues en las misiones hay 119.200 escuelas; muchas de ellas cerradas a causa de la pandemia, con lo que eso perjudica a cientos de miles de menores que encuentran en los colegios auténticos ámbitos de protección frente a todo tipo de violencia.
En el caso de España, qué duda cabe de que somos un pulmón espiritual para el conjunto de la Iglesia, con cerca de 8.000 misioneros de nuestro país repartidos en este momento en 135 países de todo el mundo, más otros 3.000 que ahora mismo están en casa, retirados o en espera de destino, pero siempre comprometidos con la animación misionera.