En una entrevista concedida al diario italiano Il Corriere della Sera, el cardenal Camilo Ruini ha conversado acerca de la realidad política del país y de las relaciones de la Iglesia católica con la cultura. Pero, también, acerca del papa Francisco. De hecho, al ser preguntado por la oposición al Pontífice dentro del Vaticano, Ruini ha reconocido que “de alguna manera, existe, pero tiene varias acentuaciones y facetas”. Para el purpurado “solo unos pocos pueden realmente ser considerados ‘contra’ el papa Francisco: por ejemplo, no se puede considerar así a los que han formulado alguna crítica con intenciones constructivas”.
- DOCUMENTO: Texto íntegro de la encíclica ‘Fratelli Tutti’ del papa Francisco (PDF)
- LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Asimismo, ha hecho referencia a la apertura a la Iglesia universal que ha vivido la Santa Sede con el pontificado de Francisco. “Hace cien años, la mayoría absoluta de los cardenales eran italianos”, ha señalado. “La internacionalización comenzó con Pío XII, más en armonía con la catolicidad o universalidad de la Iglesia, que con el Papa Francisco está experimentando un mayor desarrollo”, ha dicho. Sin embargo, para el cardenal esto debe tener un límite. “No sería bueno que Italia estuviera infrarrepresentada, sobre todo porque Roma, sede de los sucesores de Pedro, es la capital de Italia”, ha aseverado.
Católicos, cultura y política
En la misma línea, el cardenal Ruini ha apuntado que considera que “lamentablemente” existe un declive político y cultural en la Iglesia italiana. “La dimensión cultural está íntimamente ligada a la fe y la dimensión política tiene una conexión evidente con la cultural. Este descenso no puede dejar de preocuparnos”, ha dicho. “Necesitamos reaccionar, y esta tarea que pertenece a los laicos creyentes, pero también a la Iglesia como tal. Hoy es más difícil que hace unos años, pero no es imposible”.
Ejemplo de ello, para Ruini, es la disminución de temas centrales como la defensa de la vida y la familia como parte de la agenda política. “Tienen menos representación que antes, pero no han desaparecido, ni podrían hacerlo: en el contexto del Occidente contemporáneo son inevitablemente objeto de debate”, ha señalado, apuntando que “hace unos días llegó una buena noticia, al menos desde mi punto de vista: la Santa Sede reiteró con fuerza su rechazo a la eutanasia”.
