Después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenase al secretario del Tesoro que pusiera fin a las negociaciones sobre un paquete de ayudas por el COVID-19, el arzobispo Paul S. Coakley de Oklahoma City, presidente del Comité de Justicia Nacional y Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), ha instado al presidente, por medio de una carta, a reconsiderar su decisión a la luz de las urgentes necesidades de asistencia inmediata de millones de estadounidenses.
“Decenas de millones de estadounidenses necesitan ayuda urgentemente”, dice el prelado. “Necesitan ayuda para conseguir comida suficiente, pagar el alquiler o la hipoteca, encontrar trabajo, pagar la atención médica y acceder a buenas escuelas. Hemos estado implorando a los legisladores desde abril que aborden estas necesidades”, subraya.
Además, Coakley ha echado mano de la última encíclica del papa Francisco, ‘Fratelli Tutti’, sobre la parábola del Buen Samaritano: “Solo hay dos tipos de personas: las que se preocupan por alguien que está sufriendo y las que pasan; los que se inclinan para ayudar y los que miran para otro lado y se apresuran. Aquí, todas nuestras distinciones, etiquetas y máscaras desaparecen: es el momento de la verdad. ¿Nos inclinaremos para tocar y curar las heridas de los demás? ¿Nos agacharemos y ayudaremos a otro a levantarse? Este es el desafío de hoy y no debemos tener miedo de enfrentarlo. En momentos de crisis, las decisiones se vuelven urgentes”.
“En este momento de crisis”, escribe el obispo, “construyamos una sociedad que se doblegue para ayudar a los necesitados”. “Le pido al presidente que revoque su decisión y que todas las partes regresen a las negociaciones lo antes posible”, añade.