El jesuita Stan Swamy, de 83 años, fue arrestado en la India en la tarde de ayer, 8 de octubre, en su residencia en Ranchi (Jharkhand). Así lo denuncia en una declaración oficial el Secretariado de Justicia Social y Ecología (SJES) de la Compañía de Jesús.
Como lamentan desde la Compañía, su detención está relacionada con una polémica que tuvo lugar el 31 de diciembre de 2017, cuando cientos de entidades que atienden a los dalits (la casta de los intocables, los últimos de los últimos en la India) convocaron el Elgaar Parishad, un evento para conmemorar el bicentenario de la Batalla de Koregaon Bhima, legendaria para los dalits al imponerse sobre los dominantes brahmin peshwas. Celebrado en el Fuerte Shaniwarwada, de Pune, asistieron unas 35.000 personas. Tomado como una provocación por grupos extremistas hindúes, que trataron de boicotearlo, la situación se saldó con un estallido de violencia que ocasionó un muerto y varios heridos y detenidos.
Según han sabido los jesuitas, ahora se le ha arrestado para interrogarle, acusado de tener “vínculos personales con los grupos extremistas de maoístas y naxalitas”. Además de Swamy, han sido detenidas un total de 16 personas, “entre las que se encuentran los conocidos defensores de derechos Arun Ferreira y Sudha Bharadwaj, abogados, y los escritores Vernon Gonsalvez y Varavara Rao”.
Como detalla la declaración, “el P. Stan, defensor de los derechos humanos, fundó Bagaicha, un Centro de Acción Social dirigido por los jesuitas en el que ha trabajado durante los últimos 15 años. Su trabajo se ha centrado en la defensa y protección de los derechos de las comunidades adivasis (indígenas) consagrados en la Constitución de la India”.
Detenido ya por este motivo en 2018 y 2019, “Swamy profesó su compromiso con la Constitución de la India y con los métodos de protesta pacíficos, al tiempo que cuestionaba cualquier injusticia cometida contra los adivasis (indígenas) por parte del Estado y de la policía. Siempre se atrevió a clamar por la justicia y a exponer el abuso de poder a gran escala que se daba contra los adivasis, mediante la utilización de leyes antiterroristas y de sedición y la apropiación de tierras sin el debido proceso legal de consulta. También documentó y publicó meticulosamente los indecibles sufrimientos de cientos de jóvenes adivasi, que fueron falsamente implicados y encarcelados por ejercer su derecho a defender sus medios de vida”.
Se da la circunstancia de que, dos días antes de su arresto, el propio Swamy grabó un vídeo por si esto ocurría. En él denuncia lo siguiente: “Lo que me está sucediendo no es algo que me pase a mí solo. Es un proceso más amplio que está teniendo lugar en todo el país. Todos somos conscientes de cómo prominentes intelectuales, abogados, escritores, poetas, activistas, estudiantes y líderes son encarcelados por haber expresado su disentimiento o por haber planteado preguntas sobre los poderes dominantes de la India. Somos parte del proceso. En cierto modo, estoy feliz de ser parte de este proceso. No soy un espectador silencioso, sino parte del juego, y estoy dispuesto a pagar el precio, sea cual sea”.
El responsable del SJES, el jesuita indio Xavier Jeyaraj, se ha sumado al clamor: “Nosotros, como jesuitas comprometidos en obras de educación, cuidado y defensa de los derechos de las personas y comunidades pobres y vulnerables en todo el mundo, nos solidarizamos con Stan y con otros defensores de los derechos humanos en la India . Condenamos enérgicamente el arresto del P. Stan Swamy, exigimos su inmediata liberación y reclamamos que el Estado se abstenga de detener arbitrariamente a ciudadanos inocentes que respetan la ley”.
En conversación con Vida Nueva, Valeria Méndez de Vigo, coordinadora de Incidencia Pública en el SJES, se ha suma a la denuncia: “El padre Stan ha trabajado durante más de 40 años con las personas y comunidades más desfavorecidas. Además de su trabajo en Bagaicha, su investigación sobre los indígenas encarcelados por ejercer sus derechos y la interposición de una demanda contra el Estado demandando la puesta en libertad de 4.000 indígenas le han costado estar en el ojo del huracán de los diversos poderes. Su arresto se enmarca en una caza de brujas en el contexto de la India actual, en el que cualquier disidencia es perseguida y en la que intelectuales, abogados, defensores de derechos humanos, poetas, escritores o estudiantes son detenidos”.
Volcados con la causa, los jesuitas indios ya han promovido una campaña de recogida de firmas exigiendo la liberación de Stan Swamy y, en apenas unas horas, ya llevan recogidos más de 10.000 apoyos.