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Luis Infanti, sobre la encíclica ‘Fratelli Tutti’ del papa Francisco: “En el ejercicio del poder está la clave para marginar”





En la Patagonia chilena, el vicariato apostólico de Aysén cubre uno de los territorios más extensos del país, aunque el menos poblado. El 70% de sus casi 50 mil habitantes se concentra en las ciudades de Coyhaique, su capital, y Puerto Aysén, separados por agrestes 64 kilómetros. Desde la capital a Puerto Cisnes, que tiene 7 mil habitantes, hay poco más de 200 kilómetros.



El Vicariato cuenta con 6 parroquias, y su Vicario Apostólico es el obispo Luis Infanti de la Mora, nacido en Udine (Italia) y religioso Siervo de María, donde hizo sus primeros votos en 1978 y su ordenación sacerdotal en 1990. En 1999, es consagrado obispo, destinado a este Vicariato. Ha destacado por su firme compromiso en defensa del medioambiente, en especial en la campaña nacional “Patagonia sin represas” que se opuso, con éxito, a la instalación de 5 represas en ríos de la región para abastecer plantas hidroeléctricas.

El obispo Infanti considera que la reciente encíclica “Fratelli tutti” está en plena consonancia con la “Laudato Sí’”. A la urgencia del cuidado de la Casa Común, ahora el Papa -dice el obispo- “va al corazón humano, a la fraternidad y a la amistad social para una cultura del encuentro que llega hasta la necesidad de profundos cambios estructurales en la política internacional, en los gobiernos y en los sistemas económicos. Pues el grito de la Hermana Madre Tierra y el grito de los Pobres es un solo grito, todo está conectado”.

Una encíclica contundente

Infanti responde a Vida Nueva precisando que su opinión es limitada “porque el contenido de la encíclica es tan amplio, contundente y propositivo que merece mucha más profundización”.

PREGUNTA.- ¿Qué primera opinión le deja la encíclica?

RESPUESTA.- Es una encíclica superpotente, en plena consonancia con la Laudato Sí’, pues como dijo el Papa en el Angelus del 4 de octubre: “Los signos de los tiempos muestran claramente que la fraternidad humana y el cuidado de la creación constituyen el único camino hacia el desarrollo integral y la paz”.

P.- ¿Qué destaca de su contenido?

R.- Su fundamento bíblico en la parábola del Buen Samaritano, parábola de sentido universal. El tema de los migrantes, pues en un mundo donde uno de cada siete habitantes de la humanidad vive y sufre esta realidad, el Papa plantea considerarlos como personas con plenos derechos y deberes, estén en los lugares que estén, buscando solucionar las causas que llevan a esta tragedia universal.

Considero transversal de la encíclica el tema del ejercicio del poder, pues allí está la clave para marginar, despreciar, eliminar a personas, pueblos, culturas, religiones, bienes comunes. El mal uso del ejercicio del poder económico, político, jurídico, tecnológico, comunicacional, religioso, científico, lleva a crecientes conflictos de una “guerra a pedazos” contra la Humanidad y contra la Madre Tierra, además de envenenar de odio y sed de venganza al corazón humano.

Consumismo obsesivo y depredador

Otro tema notable es el duro cuestionamiento al neoliberalismo económico y su aliado, el consumismo obsesivo y depredador, y poniendo seriamente en tela de juicio el problema de la propiedad privada.

Impresionantes son los planteamientos para una sana política donde, con mucha sensibilidad y profetismo, el Papa ofrece amplias luces de cuestionamiento y propuestas a nuestros políticos y a los tan cuestionados políticos de países que se consideran “poderosos” y “superiores”.

Qué decir de la solidaridad y de los artesanos de paz de los movimientos populares y de los pueblos indígenas, que el Papa los considera necesarios para construir justicia y paz. Solo el Papa Francisco puede tener esta valentía y notable valor moral para visibilizarlos y valorarlos tan adecuadamente.

P.- ¿Dónde está la novedad de la encíclica?

R.- Creo que el enfoque de fraternidad, que brota del valor de la dignidad de cada persona, del valor de las culturas locales, y se proyecta en actitudes de amor social/caridad/solidaridad hacia una cultura del encuentro, es un planteamiento ético universal muy valioso y desafiante. Muy valiosa es también la profundización sobre la propiedad privada en relación a los bienes comunes y a la solidaridad universal.

Valiente y desafiante es el llamado urgente a replantear el rol de organismos internacionales para un nuevo “ordenamiento mundial jurídico, político y económico” (138) que integre la voz de los países más pobres, y en especial de la ONU y de la “arquitectura económica y financiera internacional” (173).

Admirable y de profunda humanidad y espiritualidad es el desarrollo de los temas de reconciliación y perdón, basados en la verdad, la justicia, la misericordia, la no venganza y la arquitectura y artesanía de la paz. Temas muy sensibles y exigentes. Me llamó mucho la atención la delicadeza y comprensión frente a este tema, cuando dice “Es conmovedor ver la capacidad de perdón de algunas personas que han sabido ir más allá del daño sufrido, pero también es humano comprender a quienes no pueden hacerlo” (246).

Significativo es también el permanente llamado a la gran responsabilidad que tienen los medios de comunicación social en la construcción de la fraternidad y la amistad social, como también los silencios, los peligros y los intereses particulares que la impiden o tergiversan.

P.- ¿Cómo se implementarán acciones en línea con esta encíclica?

R.- Dándole la mayor difusión, a nivel de líderes sociales, en los centros educativos, en las comunidades cristianas y sobre todo a los políticos, a los movimientos sociales y a los medios de comunicación social. En esa medida podrán surgir acciones de los mismos actores y organizaciones sociales y eclesiales.

P.- El episcopado chileno, ¿hará alguna acción para difundirla?

R.- Ciertamente habrá propuestas de acciones desde la Pastoral Social – Cáritas y otros organismos de la Conferencia Episcopal, pero desde cada diócesis seguramente surgirán iniciativas más incisivas. Por ejemplo, con la ‘Laudato si”, en Aysén, en una Semana Social hemos reunido a todos los candidatos a diputados, senadores y alcaldes a confrontarse y hacer sus propuestas políticas en relación a la encíclica. Pero la creatividad pastoral y la gran relevancia de la encíclica ‘Fratelli Tutti’, hará surgir varias iniciativas más.

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