El vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Carlos Osoro, da un tirón de orejas a los políticos españoles, cuando apenas se han cumplido 48 horas de que la guerra abierta por la segunda oleada de coronavirus en Madrid entre el Gobierno central de Pedro Sánchez y el Ejecutivo regional de Isabel Díaz Ayuso desencadenara la declaración del estado de alarma.
“Juntos, hermanos, juntos podemos separar la crisis que estamos viviendo. Separados, enfrentados, no iremos a ninguna parte”, expresó el cardenal arzobispo de Madrid durante la misa dominical en la catedral de Nuestra Señora de la Almudena, que fue retransmitida por La 2 de TVE. “Creando redes, redescubriendo valores, regenerando todo si no nos rompemos en bloques ideológicos. Si nos rompemos, no llegaremos a ninguna parte”, insistió en su homilía.
El purpurado se mostró convencido de que “si no nos rompemos, llegaremos, superaremos esta pandemia”. Y añadió: “No seamos sordos, no busquemos solo nuestros intereses personales”.
Desde ahí, hizo un llamamiento para que “hagamos posible que no se resquebraje el amor entre nosotros, la fraternidad, la solidaridad que debemos a todo ser humano”. Para ello, echó mano de la nueva encíclica papal ‘Fratelli tutti’. “La ha puesto en nuestras manos para formular nuestro corazón y para que formule nuestras acciones”, comentó sobre Francisco, para a continuación poner la mirada en Jesús de Nazaret: “¿Quién ofrece en esta humanidad algo igual sin que sobre nadie? ¿Quién nos da capacidad para vivir con todos, entre todos y para todos?”
Osoro también pareció responder al plan del Gobierno de sacar adelante una nueva ley de eutanasia y a la propuesta que esta misma semana lanzaba la ministra de Igualdad, Irene Montero, para modificar la legislación del aborto: “Al suscitar planteamientos que pueden atentar contra la vida y que nada tienen que ver con el Evangelio, os invito a tomar postra: somos hijos de la vida”.
“Defendemos la vida, por ello no podemos estar legitimando nada que tiene que ver con la muerte”, expresó el cardenal arzobispo de Madrid, que apostilló: “Cuando hemos vivido en esta pandemia tantas situaciones de muerte donde tantos no pudieron despedir a los suyos ni siquiera ya muertos, no es posible que legitimemos más muertes”.
Además de esta reflexión, Osoro planteó que “en medio de esta pandemia que nos azota a la humanidad entera, Jesucristo está con nosotros, quiere reconstruirnos en todas las dimensiones, no solo en lo social y económico, también en lo personal”. “Hagamos todo lo posible por dar fundamentos, por ayudarnos a entender que juntos, dándonos la mano, mirando los unos hacia los otros y los unos por los otros, saldremos adelante”, completó.
“Para esto -reiteró el vicepresidente de los obispos-, se nos ha dado la dignidad que tenemos, no para destruirnos, sino para ayudarnos unos a otros, para defender la vida y no instaurar la muerte. No somos dueños, somos hermanos y defensores del otro, sea quien sea”.