El papa Francisco estrena papamóvil. La Conferencia Episcopal Japonesa le ha regalado un nuevo vehículo, en la línea de la encíclica Laudato si’, en tanto que se trata de un coche eléctrico propulsado por hidrógeno. Se trata de un Toyota Mirai que se ha adaptado precisamente para el uso papel.
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Fue el pasado miércoles, después de la audiencia general, cuando el sacerdote Domenico Makoto Wada, en nombre de los obispos nipones, le hizo entrega del vehículo, acompañado del embajador de Japón en la Santa Sede, Seiji Okada. Como parte de la comitiva, también se encontraba una delegación de la empresa automovilística, con el vicepresidente senior de Toyota Motor Europa, Miguel Fonseca.
Un coche con ‘futuro’
El nuevo papamóvil tiene 5,1 metros de largo y 2,7 metros de alto, y ya fue utilizado el Papa durante su viaje a Japón el pasado mes de noviembre. La palabra Mirai significa futuro en japonés y es cero emisiones, a través de un sistema de propulsión de hidrógeno que permite una autonomía de 500 kilómetros emitiendo solo agua.
Francisco, durante la entrega del papamóvil nipón
El problema reside en que, en toda Italia solo hay una estación de servicio de hidrógeno en Bolzano, a 650 kilómetros de Roma, lo que pone en duda el uso cotidiano del nuevo coche debido a las dificultades para realizar un repostaje frecuente.
