La Catedral de Toledo ha inaugurado la restauración de su torre hoy, 13 de octubre, en un acto que ha sido presidido por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, que ha estado acompañado por el deán, don Juan Miguel Ferrer Grenesche, y los miembros del Cabildo Primado, y al que han asistido el presidente de Castilla-La Mancha, don Emiliano García Page, y la alcaldesa de la ciudad, doña Milagros Tolón Jaime.
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Esta obra de restauración, que ha concluido dos años después de que en octubre de 2018 cayese una piedra de su cornisa, en palabras del arzobispo recogidas por Europa Press, es “un canto a Dios”. Asimismo, Cerro Chaves ha destacado su “agradecimiento total y absoluto” a todos los que han trabajado en la restauración, “desde lo más visible a lo menos visible”. Además, ha asegurado que este es “un momento importante” para la Iglesia porque significa que “apuesta por todo lo que sea el arte y la cultura”.
“Nosotros vamos a trabajar por esta ciudad, por Toledo, por todo lo que significa en estos momentos ayudar en esta crisis. La crisis es padecimiento y vamos a procurar dar también una esperanza”, ha manifestado el prelado. Por otro lado, ha subrayado la “maravilla” que supone haber vuelto a dar luz a “toda esa belleza” de la torre de la catedral.
Un importante esfuerzo económico
El domingo 14 de octubre de 2018, a primera hora de la mañana, una pieza de una de las cornisas de granito de la torre de la Catedral, se desplomó hacia la calle Arco de Palacio. Tras los primeros trabajos de emergencia en saneado y desmontado de diversas piezas sueltas por parte de los bomberos, el Cabildo de la catedral decidió realizar una inspección pormenorizada de las fachadas y cornisas de la torre para documentar las lesiones y procesos patológicos que pudieran existir.
Así, se pudo comprobar el avanzado estado de deterioro de muchos de sus elementos, por lo que el Cabildo decidió hacerse cargo del proceso de restauración. El proyecto encargado a los conservadores de la Catedral fue diseñado describiendo todos los elementos necesarios para una restauración y consolidación de todos los componentes, que requieren una estabilización para una conservación eficaz.
De esta manera, el Cabildo de la catedral ha realizado en estos dos años un gran esfuerzo económico para afrontar el importe de las obras, que ha superado el millón de euros, teniendo en cuenta la difícil situación económica que afronta el templo primado a causa de la pandemia, ya que ha permanecido cerrado, tanto al culto como a la visita cultural durante los meses del confinamiento.
