Ayuda humanitaria de la Iglesia en Chile con la campaña ‘Nadie se salva solo’

Ayuda humanitaria de la Iglesia en Chile con la campaña ‘Nadie se salva solo’

En esta crisis sanitaria, social y económica, los ingresos de casi un 60% de los chilenos han disminuido, de ellos un 14% se ha reducido a la mitad y para más del 50% la reducción ha sido mayor aún. Así lo informa el Ministerio de Desarrollo Social al dar a conocer los resultados de la encuesta social Covid 19, realizada por su Observatorio Social. Esta investigación fue realizada en conjunto con el Instituto Nacional de Estadísticas y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).



Agrega que a un 48,8% de las familias del país no les alcanzan sus ingresos para vivir, porcentaje que subió desde el 16,5% que era antes de la pandemia. En los sectores más pobres, quintiles 1, 2 y 3, los porcentajes de familias que indican que no les alcanzan sus ingresos para vivir suben a 64,7, 65,6 y 50,8% respectivamente. En el 38,4% de los hogares del país disminuyó el número de personas ocupadas, durante la pandemia, mayoritariamente mujeres. En los 3 quintiles más pobres los porcentajes de hogares que reportan esa reducción bordean el 50%.

Nadie se salva solo

Esta situación dramática para la mayoría de las familias, ha recibido paliativos de ayuda desde el gobierno sin llegar a mejorar las condiciones de alimentación, higiene y salud.

La Iglesia en Chile se ha movilizado en las 26 diócesis en ayuda de las familias más afectadas por esta crisis, en especial inmigrantes, adultos mayores y personas de mayor vulnerabilidad. De este modo, los obispos han aplicado el acuerdo adoptado en la asamblea plenaria de abril pasado de organizarse para abordar la crisis social.

Cáritas-Chile respondió a ese acuerdo poniendo en marcha, en mayo, la campaña “Nadie se salva solo. Juntos multiplicamos la solidaridad”, a fin de contribuir a la recuperación integral de personas, familias y comunidades afectadas por la pandemia, en un marco de principios de acción humanitaria y resiliencia. La campaña se enfoca a la seguridad alimentaria, higiene, protección y prevención de COVID 19, y recuperación de medios de vida y emprendimientos. Además, siguiendo el acuerdo de los Obispos, se orienta por los criterios de solidaridad, unidad, eficiencia y transparencia.

Recientemente Cáritas-Chile ha difundido un informe global de la ayuda humanitaria realizada hasta ahora en las 26 diócesis donde dan cuenta de 186 gestiones para captar recursos, en dinero o en especies. Destacan las donaciones directas de particulares y de empresas, además de 81 campañas realizadas por las diócesis para captar recursos.

Aportes en dinero y especies

Desde mayo a septiembre, la iglesia ha conseguido un total de $2.595.714.109 (US$3.260.947) que incluyen aportes en dinero y especies valorizadas. El 80% de ese total ha sido gestionado directamente por las diócesis y el saldo por Cáritas-Chile.

Además, se ha distribuido una gran cantidad de alimentos y elementos de higiene, abrigo y protección recibidos directamente. La Confederación de la Producción y el Comercio, que agrupa a los grandes empresarios del país, financió 240.000 raciones de alimentos que se distribuyeron en 300 comedores solidarios y ollas comunes en 25 diócesis (se exceptuó Santiago). También el Gobierno Regional de Valparaíso ha financiado alimentos y equipamiento sanitario y de operación para abastecer a 300 comedores y ollas comunes en las 3 diócesis de la región: Melipilla, San Felipe y Valparaíso.

Con ellos, también organismos de la Santa Sede, del Gobierno de los Estados Unidos y muchos particulares de Chile, han contribuido a alcanzar la cifra que, hasta ahora, ha sido posible movilizar para esta ayuda humanitaria.

Esta ayuda ha alcanzado a todas las diócesis del país, operando a través de sus Cáritas diocesanas, algunas de ellas poniendo en marcha campañas propias de captación de recursos, en especial alimentos o financiamiento para comprarlos. Es el caso, por ejemplo, de la campaña “5 panes y 2 peces” en las diócesis de San Bernardo y Rancagua.

El informe de Cáritas-Chile muestra el impacto que se ha logrado hasta ahora, no sólo con la distribución de alimentos, elementos de prevención, protección e higiene; sino también con los 41 recintos de iglesia, a cargo de autoridades civiles, más otros 20 dispuestos por las mismas diócesis, en uso como albergues o residencias sanitarias, para adultos mayores, migrantes o para personas en situación de calle.

En algunas diócesis se entregó también kits de materiales para reparación de viviendas y equipamiento para el hogar.

En esta campaña nacional, según el informe de Cáritas-Chile han participado 3.864 voluntarios en 19 diócesis, de los cuales el 70% son mujeres, complementando al personal de Caritas-Pastoral social de cada diócesis.

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