Más de 20 mil niños y adolescentes de México son los protagonistas del DOMUND 2020. Debido a la pandemia, han comenzando a hacer misión en sus hogares, ofreciendo a Dios ser obedientes con sus padres; realizando pequeños sacrificios y ayudando en los quehaceres de la casa; rezando el rosario misionero y haciendo oración, pero sobre todo, dando testimonio con su propia vida del amor de Dios.
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Así lo dijo en entrevista con Vida Nueva el sacerdote Ivo Saúl Flores, secretario nacional de la Pontificia Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera, una de las cuatro Obras Misionales Pontificio Episcopales de México (OMPE).
El sacerdote aseguró que Dios sigue buscando pequeños misioneros que quieran entregar su tiempo, oración o sacrificio, ¡y por qué no!, su donativo económico para ayudar a tantos niños que sufren las consecuencias de esta pandemia.
Por ello hizo una invitación para que los niños y adolescentes respondan a Dios esta pregunta: “¿A quién voy a enviar?” Y añadió: “Él espera de nosotros esta respuesta generosa y convencida: ‘Aquí estoy, Señor, mándame’”.
Ivo Saúl Flores señaló que con la pandemia el ser humano se dio cuenta de su fragilidad, pues “de un momento para otro, todo cambio. ¡Cuántos niños han sufrido en todo el mundo, por ese motivo!”.
Ante ello, consideró que los niños de Infancia y Adolescencia Misionera (IAM), no pueden caminar solos, por su propia cuenta, sino que necesitan unirse como los discípulos de Jesús.
“El dolor y la muerte –nos dice el papa Francisco–, nos hacen sentir soledad, miedo, pero también este tiempo es favorable para unirnos compartiendo un deseo fuerte a la vida y liberación de este mal que tanto ha dañado a la humanidad”.
Un desafío que requiere creatividad
El sacerdote consideró que el DOMUND 2020 (Domingo Mundial de las Misiones) es una oportunidad de que los niños de la IAM manifiesten su fe en este momento que muchos niños, adolescentes y jóvenes viven sin esperanza, sin fe; “es la oportunidad de ser pequeños misioneros creativos, de llevar la fe y la esperanza de un Dios que nos ama y nos fortalece”.
Sobre la manera en que se ha organizado Infancia y Adolescencia Misionera, Ivo Saúl Flores, explicó: “el Covid-19 no los ha detenido, al contrario, ha sido un desafío donde se ve reflejada la creatividad de los asesores y de los integrantes de la IAM, con formas diversas de llevar la formación y animación misionera. Todo lo realizamos en coordinación con los directores diocesanos de misiones y los secretarios diocesanos de la IAM”.
Detalló que se han llevado a cabo reuniones, congresos diocesanos de la infancia y adolescencia misionera (CODIAM) de forma virtual, a través de las diversas plataformas digitales; además –dijo– se ha realizado numeroso material formativo que sirve al niño y al adolescente en su vida espiritual y humana.
Para los asesores –añadió– se está formando un curso de animación y formación misionera (CAFOMI) también de forma virtual, con el plan de que se tenga una formación permanente a través de medios digitales.
Finalmente, el sacerdote Ivo Saúl Flores recordó que los niños, adolescentes y jóvenes de IAM tienen una creatividad digital impresionante, donde ellos según sus posibilidades, realizan la misión en estos tiempos de pandemia, “son niños y adolescentes que se unen a través de las redes en oración y en llevar la misión a toda aquella persona que lo necesita por medios de las redes sociales”.
