Con la declaración de emergencia por la pandemia del Covid-19, Cáritas Argentina reorganizó su estrategia de trabajo con acciones concretas para atender las distintas problemáticas de las comunidades.
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La tarea caritativa está centrada en las ciudades de Córdoba, Tucumán, Mar del Plata, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos. Cáritas Internationalis valoró las acciones llevadas adelante por el organismo en nuestro país. Estas iniciativas fueron consideradas novedosas por ser preventivas y por priorizar el trabajo comunitario. Por tal motivo, la ayuda económica especial fue de €100.000.
Las adicciones, la preocupación
Hace unos años, realizó un relevamiento interno entre los centros barriales. Ahí surgió la principal preocupación de las comunidades: las adicciones. Donde el Estado está ausente, las drogas tienen un mayor impacto social. El consumo de sustancias es considerado hoy una de las “nuevas pobrezas” y afecta a personas, familias y hasta comunidades, sin discriminar por edad, situación social o ubicación geográfica. El problema se agrava con el consumo de drogas más económicas y adictivas como el “paco”.
Cáritas creó el área de Abordaje Pastoral y Comunitario de las Adicciones (APyCA) que se sumó al trabajo de la pastoral de la drogadependencia del episcopado y de la Familia Grande Hogar de Cristo, organización creada por el Padre Pepe.
Los centros barriales
Cáritas Nacional reprogramó algunas acciones y fortaleció otras. Así, acompaña la tarea de 180 centros barriales. Desde hace varios años, aborda el trabajo conjunto con organizaciones civiles y organismos municipales, provinciales y nacionales, a través del programa “casas de atención y acompañamiento comunitario”.
La tarea de los voluntarios es brindar contención, acompañamiento y ayuda a las personas que tienen problemas de adicciones. El abordaje es integral, se brinda alojamiento y comida, acompañamiento médico y psicológico, acceso a centros de salud para controles, tratamientos y vacunas, facilitación de tramites ciudadanos, etc. El fin último es acompañarlos a integrarse, recuperando el sentido a su vida, y ayudando en la vinculación con sí mismos y el entorno.
En cuanto a las otras problemáticas comunitarias, la participación de los jóvenes en recuperación es clave. Con la ayuda de Cáritas, crearon lugares de aislamiento preventivo para que vivan personas de riesgo; realizan relevamiento para detectar ancianos; atienden la provisión alimentaria y médica de la gente en aislamiento. Son los verdaderos protagonistas que atienden las demandas barriales.