España es, junto a Francia y Corea del Sur, el país que más ha contribuido al fondo de emergencia misionero creado por el papa Francisco en abril para paliar los efectos del Covid-19. Así lo ha reconocido esta mañana Giampietro Dal Toso, presidente de Obras Misionales Pontificias, en la rueda de prensa que ha tenido lugar en el Vaticano con motivo del Domund, que se celebra este domingo día 18 bajo el lema ‘Aquí estoy, envíame’.
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Este fondo creado por el Papa ha conseguido ya financiar 250 proyectos por un total de 1,5 millones de euros gracias al apoyo de 120 OMP nacionales, además de recolecciones ad hoc en países en vías de desarrollo como Ruanda y Bangladesh.
“El principal problema al que se enfrentaron muchas iglesias en los territorios de misión fue el cierre de las parroquias y, por lo tanto, la falta de celebraciones, con la consiguiente falta de recolección. Muchas de estas realidades eclesiales simplemente viven de la colecta dominical y no tienen otro sistema de sustento”, ha indicado Dal Toso, que ha citado tres ejemplos del destino de este dinero: ayuda a un convento de monjas de clausura en Marruecos, apoyo a familias cristianas en Bangladesh y apoyo a varias emisoras de radio y televisión de África para la transmisión de la catequesis y las celebraciones litúrgicas.
“Son ejemplos muy sencillos, que, sin embargo, permiten comprender cómo nuestro trabajo está a favor de muchas pequeñas realidades ocultas, que a menudo escapan a los grandes flujos de ayuda. Todo esto hace que nuestra presencia sea aún más necesaria”, ha añadido Dal Toso.
Asimismo, durante su intervención ha recordado que “Obras Misionales Pontificias ha apoyado la acción misionera de la Iglesia durante casi dos siglos con la oración, la caridad y la formación. Las Iglesias de todo el mundo colaboran en el fondo universal. No es solo una ayuda de norte a sur, sino un criterio de comunión y circularidad, donde todos contribuyen al bien de todos”.
Disponibilidad y participación activa
Por su parte, Protase Rugambwa, secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ha destacado durante su intervención que la celebración del Domund es “motivo de alegría para la Iglesia universal, aunque en las Iglesias locales se celebrará de manera diferente este año debido a las particulares circunstancias que estamos viviendo debido a la pandemia”.
Tras reafirmar que “la Misión confiada a la Iglesia por Jesús nunca se detiene”, ha insistido en que “cada uno de nosotros es enviado para llevar el amor de Dios a todos y especialmente a los más necesitados”. “¡No debemos tener miedo! La misión continúa gracias al poder del Espíritu Santo”, ha añadido.
Por todo ello, ha invitado a todos los fieles a “reconfirmar su disponibilidad y su participación activa en la misión evangelizadora de la Iglesia, cada vez más necesaria y urgente. ¿Cómo? A través de la oración, el sacrificio, la reflexión, la ayuda material de nuestras ofrendas con el importante propósito de ayudar y apoyar la labor misionera que realizan, en nombre del Papa, las Obras Misionales Pontificias”.
