Los obispos de Venezuela: “Es inmoral realizar elecciones cuando el pueblo sufre las consecuencias de la pandemia”

Toda vez que la crisis en Venezuela se agudiza, la Conferencia de Obispos, tras su  reunión de comisiones celebrada del 13 al 15 de octubre de 2020, ha denunciado en una exhortación pastoral la dramática situación social, económica, moral y política que vive el país petrolero en medio de la pandemia del Covid-19.

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Han expresado su profunda preocupación ante las próximas elecciones parlamentarias convocadas por Nicolás Maduro para el 6 de diciembre, que “lejos de contribuir a la solución democrática de la situación política que hoy vivimos, tiende a agravarla”.

Por ello “es inmoral realizar elecciones cuando el pueblo sufre las consecuencias de la pandemia, carece de las condiciones mínimas para su subsistencia, y no existe transparencia en las reglas y mecanismos de verificación que deben regir un proceso electoral”.

Restablecer la democracia

Los prelados una vez más han reafirmado que el gobierno de Nicolás Maduro carece de legalidad, puesto que las elecciones del año 2018 “estuvieron signadas por condiciones ilegítimas que han dejado al actual régimen, a los ojos de Venezuela y de muchas naciones, como un poder de facto”.

Los prelados han criticado también a los sectores de oposición que “se muestran divididos y sin presentar una alternativa verdadera de cambio”, por ello han recordado que “no basta la simple abstención” al respecto piden tomar acciones más contundentes que lleven al verdadero cambio democrático dejando de lado las aspiraciones partidistas.

“Por tal motivo, las diversas organizaciones civiles, las universidades, los gremios, las academias, los empresarios y los trabajadores, las comunidades de los pueblos originarios y los jóvenes deben hacer esfuerzos en conjunto para restablecer los derechos democráticos de la nación”, han dicho.

Un círculo infernal

Sobre el reciente informe de la ONU, a cargo de expertos de la Misión Internacional Independiente de las Naciones Unidas, han señalado “la naturaleza del régimen gubernamental ha sido puesta en evidencia, una vez más” respecto a la violación sistemática de derechos humanos.

Todos los informes son “demoledores, pero realistas”, por tanto han exigido que “los responsables de las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas sean juzgados” para  romper “el círculo infernal de su carácter sistemático” y evitar que se repitan.

Por otra parte los obispos han considerado oportuno indicar que “la llamada ley antibloqueo, aprobada por la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente, es una expresión más de la voluntad del gobierno de conducir a nuestro país por caminos distintos a la legalidad” con el agravante que “ahora pretende hacerse de forma oculta y totalmente discrecional”.

Respeto a la protesta pacífica

Los obispos venezolanos han dado su respaldo a las protestas pacíficas de “muchos ciudadanos cansados de no encontrar respuesta a sus justos reclamos y sintiéndose engañados por las reiteradas promesas o propuestas sin cumplimiento”.

A raíz de estas protestas –que en septiembre se registraron más de 100– la respuesta de las autoridades fue más represión, persecución y censura, por ello “rechazamos este modo de actuación por ser contrario a los principios democráticos consagrados por nuestra legislación y como un ataque directo a la soberanía popular que tiene derecho a expresarse”.

Huyendo de la crisis

Esto ha tenido consecuencias al punto que nuevamente se están registrando nuevas olas migratorias de “hermanos que, vendiendo sus pocas pertenencias, emprenden largas caminatas desde diversas regiones para salir del país” en procura de una vida digna que no consiguen en Venezuela salen prácticamente huyendo.

Lo más lamentable es que “además de sufrir los rigores del clima y del cansancio, son sometidos al menosprecio de algunos de sus conciudadanos” como “al maltrato de las autoridades militares y policiales quienes a lo largo del camino les requisan y les arrebatan sus pertenencias y el dinero que llevan”.

Foto: EFE