Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, se reunía ayer, 19 de octubre, con el papa Francsico en el Vaticano. Un encuentro que, tal como él mismo ha señalado en una entrevista con Vatican News, ha quedado de manifiesto la convergencia de “puntos de vista, valores y aspiraciones” entre la ONG y el Vaticano.
“‘Fratelli Tutti‘ es el eslogan clave que ha motivado décadas de trabajo de la Cruz Roja“, ha señalado. De hecho, ha explicado que el “núcleo de las creencias” de la Cruz Roja, la Santa Sede y el Santo Padre, está en “centrarse, en última instancia, en la necesidad de combatir la fragmentación de las sociedades, las divisiones que son tan dolorosas en sus consecuencias para las poblaciones civiles, para los vulnerables, para los migrantes y los desplazados por la guerra y la violencia, para las personas afectadas por la carrera de armamentos en las sociedades, para las personas afectadas por el cambio climático, el subdesarrollo, la marginación, la pobreza y la injusticia”.
Asimismo, tanto Cruz Roja como la Iglesia buscan, como ha apuntado Maurer, “desarrollar una contra-narrativa, como se diría utilizando el lenguaje moderno, para desarrollar una visión de una sociedad que sea diferente, inclusiva, que reúna a las personas y construya puentes donde la realidad divide a las sociedades: esto creo que está en el corazón de nuestro punto de vista común y de nuestros compromisos comunes”.
Por otra parte, el presidente de Cruz Roja ha señalado que la peor consecuencia del Covid-19 es que “se ha sumado a los muchos problemas contra los que hemos estado luchando en las últimas décadas”.
“Ésta es, en mi opinión, la verdadera tragedia: el hecho de que estamos viendo más divisiones y que los ricos se han hecho más ricos y los pobres más pobres y aún más marginados”, ha aseverado.