Los obispos del Sur de España se han reunido en Córdoba durante dos días, el 20 y 21 de octubre. En la que ha sido su primera asamblea desde el inicio de la pandemia, los prelado han constatado que “la actividad pastoral se ha mantenido y, en algunas áreas, se ha incrementado notablemente, como en la atención a los más necesitados desde Cáritas y otras realidades de la Iglesia”.
“Muchos de ellos han acudido a Cáritas por primera vez, tras la crisis económica que la situación sanitaria está provocando”, señalan en el comunicado final. Por ello, “ante esta realidad, destacan la imaginación pastoral y el servicio de tantos buenos sacerdotes, religiosos y laicos”. Los datos son claros: “la crisis económica que la situación sanitaria está provocando ha incrementado el número de demandas de ayuda en un 77 %”.
“Una vez más, han sido los más pobres y las familias vulnerables las primeras en sufrir las consecuencias de la crisisy en necesitar la ayuda de Cáritas”, lamentan. “También ha aumentado en un 33% el número de personas que acuden a Cáritas por primera vez, o lo hacen después de un largo tiempo sin necesitar ayuda”, señalan en el comunicado.
Los obispos son conscientes, también, del “sufrimiento” de no haber podido participar en la eucaristía o funerales. Todas las diócesis han celebrado “sufragios especiales” por las víctimas de la pandemia. Ahora, “los obispos andaluces recomiendan a los fieles volver a la participación en la Eucaristía de manera presencial, respetando las normas preventivas establecidas”.
Además, piden a las cofradías que “fomenten el culto a sus Sagrados Titulares –respetando la normativa sanitaria–, continúen los procesos formativos de sus miembros y la caridad con los necesitado”. Todo ello, evitando “sucedáneos de la verdadera piedad que brota de la celebración del Misterio cristiano, que los Obispos garantizan”.
En otros temas de actualidad, han considerado que la nueva ley de Educación, una norma que “supone un modelo de escuela público, único y laico (que habría que llamar estatal, único y laicista), que daña los principios de libertad de enseñanza y de elección de los padres”. “La asignatura de Religión queda aún más discriminada y gravemente amenazada en el currículo escolar”, lamentan.
Sobre la tramitación de la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia critican que es “es fruto de una visión reduccionista e individualista del ser humano”. “Nadie puede disponer de la vida de otro, ni siquiera de la suya propia, porque la vida es un don de Dios. La vida debe ser defendida desde su concepción hasta su fin natural”, sentencian a la vez que defienden que “los cuidados paliativos puedan llegar a todos, especialmente a los más frágiles e indefensos”. Además, “los obispos recuerdan el rechazo de la Iglesia al aborto y consideran una muy mala noticia el anuncio hecho por el Gobierno de reformar la ley para ampliar y facilitar la posibilidad de acabar con la vida de un no nacido”.