El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) ha expresado su solidaridad al pueblo venezolano ante la difícil situación social, económica, moral y política por la que está atravesando. Esto en sintonía con el comunicado que el pasado 15 de octubre suscribieron los obispos del país petrolero.
Los prelados del continente han invitado, en medio de este complejo contexto, a realizar “una profunda reflexión que ayude a buscar soluciones inspiradas en el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia para lograr que los hombres y mujeres del amado pueblo venezolano tengan vida digna”.
“Nos conmueve profundamente la situación de angustia y carencias que sufre el Pueblo de Venezuela, agudizada aún más por la crisis que ha generado la COVID-19 que va dejando su estela de dolor, desesperación y muerte; generando en las personas y familias situaciones angustiantes de inseguridad y precariedad”, han señalado.
Además el CELAM se une al coro de voces que denuncian los atropellos de las autoridades contra migrantes venezolanos que “están siendo víctimas de múltiples vejámenes en su travesía” para salir de su tierra, por tanto “somos testigos del sufrimiento de las familias venezolanas, muchos de ellos muy jóvenes y con hijos pequeños, que vendiendo sus pocas pertenencias emprenden largas caminatas huyendo del sufrimiento de su propio país”.
También han citado las palabras de Francisco en ‘Fratelli Tutti’ en el que señala que “no es aceptable que las autoridades busquen a toda costa perpetuarse en el poder sin importarles el sufrimiento de su pueblo”. Esto en referencia a las elecciones en diciembre que a toda costa el chavismo ha impuesto para renovar el parlamento.
De igual modo han lamentado que dentro de la oposición “ningún sector de la clase política presente una verdadera alternativa que promueva el bien común del país”, por tanto recordaron que “la política tiene que ser la expresión más alta de la Caridad y sustentada en la fraternidad” tomando las palabras del Papa.
Los obispos del CELAM han reconocido “el enorme esfuerzo desplegado por la Iglesia venezolana que, a pesar de sus limitadas posibilidades, acompaña y sostiene a la población especialmente a los más pobres. Es el rostro de una Iglesia Samaritana que ayuda al que sufre y le da consuelo y esperanza”.
Se han unido en oración toda vez que Dios “conceda al pueblo venezolano una solución Pacifica a los grandes problemas que afronta, siguiendo el camino de su Próximo Beato José Gregorio Hernández Cisneros quien en su vida dio testimonio de los valores de solidaridad y fraternidad”.
Foto: RTVE