Pedro Sánchez va a madrugar para estar mañana sábado, 24 de octubre, a las 09:30 horas en el Vaticano. El presidente del Gobierno y el papa Francisco se verán las caras por primera vez, después de que su vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ya haya estado dos veces en la Santa Sede departiendo con el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin –encuentros en los que no faltó la polémica a cuenta de la exhumación de Francisco Franco–.



En las normales relaciones del Estado Español con la Santa Sede, todos los presidentes de la democracia han sido recibidos por los papas. El que más ha visitado el Vaticano es José María Aznar, que se reunió con Juan Pablo II hasta en tres ocasiones, por las dos que José Luis Rodríguez Zapatero se vio primero con Karol Wojtyla y luego con Benedicto XVI, o la única ocasión en la que Felipe González y Mariano Rajoy estuvieron con el santo polaco y Francisco, respectivamente.

Según ha podido saber Vida Nueva, el encuentro ha sido buscado “con mucho interés” por parte del Ejecutivo. De hecho, en la última semana, desde el Gobierno socialista se ha analizado pormenorizadamente la encíclica ‘Fratelli Tutti’ –para muestra, las continuas citas de Sánchez durante el debate de la moción de censura, en la que Francisco fue protagonista fortuito– para que el presidente se presente ante Jorge Mario Bergoglio como garante de los valores que se defienden en su carta en lo que a la lucha contra el neoliberalismo y la protección de los vulnerables se refiere. Desde ahí se entiende también que la semana pasada, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, se sirviera del documento magisterial para atacar a Vox en la sesión de control del Congreso de los Diputados.

Sánchez, por su parte, ya alabó en Twitter la publicación de la encíclica ‘Fratelli tutti’ compartiendo “con el Papa el llamamiento a construir un mundo más justo y solidario”. Y es que Francisco cosecha elogios. Pero no por parte de esperados compañeros de viaje. O más bien, de los que algunos esperan. Y es que también el ministro de Consumo, Alberto Garzón, invitaba a la lectura de la encíclica, pues se trata de “una lúcida reflexión muy oportuna en tiempos de crisis, desigualdad y ola reaccionaria global”. 

En su caso, iba más allá del jefe del Ejecutivo, pues compartió varias imágenes en las que demuestra –para los más incrédulos– que había leído y subrayado parte del contenido. Y es que en las redes sociales, dando por hecho que Sánchez no se ha leído la encíclica, se ha criticado que el presidente haya querido subirse al carro.

Segunda cita semanal Gobierno-Vaticano

La visita de Sánchez ya ha tenido incluso un ensayo, pues la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, estuvo el martes en el Vaticano para mantener una reunión con el secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Paul Richard Gallagher, en la que hablaron sobre “multilateralismo, migraciones, Mediterráneo y América Latina”, y que sentó las bases del encuentro de mañana. Además, hablaron íntegramente en español y durante 40 minutos. Es decir, más tiempo del que el Vaticano suele dedicar a estos encuentros bilaterales.

El mismo día, en la rueda de prensa en Roma en el marco del XVII Foro de Diálogo Italia-España y junto al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, no faltó un nuevo guiño al Pontífice antes de su primer encuentro. “Para el Gobierno español, las relaciones con el Vaticano son muy importantes. Tenemos que hablar de varios temas”, apuntó Sánchez desde Roma. Además, destacó que “el papa Francisco es una figura inspiradora e incuestionable, y por eso participaremos en esta reunión con la idea de renovar la invitación para visitar España cuando buenamente sea posible y también renovar las relaciones con el Vaticano que son indudablemente positivas”.

Estas reuniones suelen durar alrededor de 30 minutos, aunque con la amplia lista de temas de interés común es más que probable que se alargue. En función del tiempo que Bergoglio le dedique a Sánchez podrá calibrarse la importancia del encuentro. Ejemplo de ello es el histórico cara a cara de Francisco y Donald Trump en 2017, en el que la cara del Papa y los 30 minutos de reloj que aguantó al todavía presidente estadounidense dejaron claro el poco ‘feeling’. Lo mismo ocurrió con Vladimir Putin el año pasado, quien, además, se permitió hacer esperar al Pontífice 50 minutos.

¿Vendrá el Papa a España en 2021?

Habrá que ver también los regalos que ambos mandatarios se entregarán. El Papa, el mejor regalo que puede hacerle al presidente del Gobierno y a España es la ansiada visita en 2021 aprovechando el Año Santo Compostelano y el Año Ignaciano. Una petición que Sánchez ya ha confirmado que le hará. Por su parte, Francisco suele obsequiar a sus visitas con sus últimos documentos. Eso sí, no parece que a Pedro Sánchez le haga falta un ejemplar en papel de su nueva encíclica, pues parece tenerla trabajada, ya que se ha evidenciado como un total convertido a ‘Fratelli Tutti’ y, por tanto, a la Doctrina Social de la Iglesia. ¿Logrará el Papa el ‘milagro’ de la conversión definitiva?

Los efectos sociales del coronavirus no faltarán entre los temas a tratar, tampoco las leyes de eutanasia, aborto y memoria democrática ya anunciadas por el Ejecutivo. De hecho, son temas que ya trató el Pontífice con la cúpula de la Conferencia Episcopal Española en su visita a Roma el pasado 19 de septiembre, lo cual evidencia el profundo conocimiento que Francisco tiene de la actualidad española.

1. ‘Fratelli Tutti’

Para destensar la situación, nada mejor que comenzar con ‘Fratelli Tutti’, el nuevo ABC de Sánchez en materia social. El presidente utilizó la encíclica en el debate de moción de censura para atacar a Santiago Abascal, a quien aconsejó leer el texto del Papa. En concreto, citó el punto 11, que reza así: “La historia da muestras de estar volviendo atrás. Se encienden conflictos anacrónicos que se consideraban superados, resurgen nacionalismos cerrados, exasperados, resentidos y agresivos. En varios países una idea de la unidad del pueblo y de la nación, penetrada por diversas ideologías, crea nuevas formas de egoísmo y de pérdida del sentido social enmascaradas bajo una supuesta defensa de los intereses nacionales”.

También se mostró en el Congreso de los Diputados cómodo con la propuesta económica de Francisco. Y es que parafraseó la exhortación ‘Evangelii gaudium’, recordando que “el Papa ama a todos, ricos y pobres, pero tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promocionarlos”. Del mismo modo, hizo suyos los cuatro verbos del papa Francisco sobre los migrantes –acoger, proteger, integrar y promover–. 

2. Eutanasia y aborto

Eso sí, ‘Fratelli Tutti’ es mucho más que la propuesta de un nuevo modelo económico, la denuncia del neoliberalismo imperante, la defensa de los derechos humanos en las fronteras o la propuesta de un nuevo orden global con los pobres en el centro.

“Partes de la humanidad parecen sacrificables en beneficio de una selección que favorece a un sector humano digno de vivir sin límites. En el fondo no se considera ya a las personas como un valor primario que hay que respetar y amparar, especialmente si son pobres o discapacitadas, si ‘todavía no son útiles’ –como los no nacidos–, o si ‘ya no sirven’ –como los ancianos–”, afirma el Papa en el punto 18 de su encíclica.

Con esta premisa, el Papa presumiblemente dialogará con Pedro Sánchez sobre el anuncio de la ministra de Igualdad, Irene Montero, el pasado 7 de octubre de que el Gobierno ya ha comenzado con los trabajos para derogar la reforma de la ley del aborto de 2015. Una contrarreforma que permitirá a las menores de 16 y 17 años interrumpir su embarazo sin el consentimiento de sus padres.

Así, la tramitación de la Ley Orgánica de regulación de la eutanasia, que sigue su curso en el Congreso, también será objeto de debate, puesto que los obispos españoles ya han avisado a Sánchez de que “no hay enfermos incuidables, aunque sean incurables”. Unas palabras que han encontrado el aval vaticano, tras la publicación a final de septiembre del documento ‘Samaritanus bonus’, firmado por Francisco, en el que se considera el suicidio asistido de pacientes sin perspectivas de cura un “crimen” y un “acto homicida” e “intrínsecamente malo” en cualquier circunstancia.

3. Migrantes… con derechos

Para volver a acercarse, los migrantes. Pues ambos mantienen una política de acogida. No obstante, Canarias sigue esperando que el Gobierno de respuesta a los miles de migrantes subsaharianos que duermen en los muelles de las islas ante la incapacidad de Bruselas para reasignar a estas personas por todo el territorio de la UE.

Sánchez también dijo en su respuesta al discurso de la moción de censura de Vox que él cree en la España de Fray Bartolomé de las Casas, en la España que “ve en el migrante a la humanidad sufriente y no a unos invasores”. Pese a todo, el Ministerio del Interior ha permitido la reapertura de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), que fueron cerrados durante la cuarentena, demostrando que no son tan necesarios.

4. Pacto Educativo Global

No puede faltar en la conversación la educación. Máxime cuando el papa Francisco acaba de lanzar al mundo las 7 claves para un Pacto Educativo Global:

  1. Poner en el centro de todo proceso educativo formal e informal a la persona.
  2. Escuchar la voz de los niños, adolescentes y jóvenes.
  3. Fomentar la plena participación de las niñas y de las jóvenes.
  4. Tener a la familia como primera e indispensable educadora.
  5. Educar y educarnos para acoger.
  6. Comprometernos a estudiar para encontrar otras formas de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso.
  7. Salvaguardar y cultivar nuestra Casa común.

Unas claves que el presidente puede necesitar para que su Ejecutivo y el Ministerio de Educación reconozcan la labor de la enseñanza concertada católica en un sistema educativo español que se quedaría cojo sin la formación que ofrecen a los jóvenes, con especial atención a los pobres, encontrándose muchos de los más de 2.000 centros católicos en barrios donde no se creería en las oportunidades si no fuera por las congregaciones religiosas que allí se han insertado.

Tampoco pasará el Papa por alto recordarle que no puede existir una buena formación sin cuidar la espiritualidad. Por ello, la importancia de la asignatura de Religión en los planes de estudio. Y ya no solo por cultivar la espiritualidad, sino porque la cultura occidental no puede entenderse sin conocer el cristianismo. De hecho, los obispos quieren que todos los alumnos españoles estudien moral. Es una propuesta que la Conferencia Episcopal Española ha lanzado al Ministerio de Educación y que espera contestación… 

5. No dejar a nadie atrás

Pedro Sánchez salió también en el Congreso el pasado miércoles en defensa de Cáritas, que ha colaborado con el Gobierno para que el ingreso mínimo vital sea una realidad –pese a todas las deficiencias que pueda tener en su distribución–. La entidad ha sido denominada como “un chiringuito” por Santiago Abascal, calificativo que el presidente le ha afeado, al mismo tiempo que hable de este ingreso para no dejar a nadie atrás tras la crisis del coronavirus como “una paguita”. El ingreso mínimo es también una de las peticiones que el Papa ha lanzado a los políticos para no abandonar a los últimos.

6. Laudato si’ y transición ecológica

El Gobierno de Pedro Sánchez aprobó el 19 de mayo el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Una normativa que, si bien se había presentado en febrero, parecía que iba a quedar paralizada debido a la crisis del Covid-19. Una postura que no solo alinea a España con los compromisos adquiridos en los Acuerdos de París, sino que también pone al país entero en una senda Laudato si’.

Los halagos a la ecología integral acuñada por el papa Francisco también han sido públicos en el Gobierno. “Ojalá todas las instituciones públicas y privadas supieran leer el momento del planeta de la misma manera que lo está haciendo la actual Iglesia Católica, con el papa Francisco a la cabeza”. Es el deseo de Alberto Garzón, ministro de Consumo del Gobierno de España y coordinador de Izquierda Unida.

7. Relaciones Iglesia-Estado: fiscalidad e inmatriculaciones

Es en las relaciones Iglesia-Estado donde hay más temas a tratar: desde la Ley de Memoria Democrática a la fiscalidad de la Iglesia o las inmatriculaciones de bienes. En primer lugar, el traslado de los restos de Franco al cementerio de El Pardo-Mingorrubio tuvo miga y el Vaticano tuvo incluso que corregir dos veces al Gobierno, pese a lo poco frecuente de la réplica vaticana.

“Con respecto a las declaraciones hechas por el Sr. Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en su entrevista publicada el 8 de julio pasado en el periódico Corriere della Sera, se precisa que la Santa Sede, sobre el asunto de la exhumación de Francisco Franco, ha reiterado en varias ocasiones su respeto a la legalidad y a las decisiones de las autoridades gubernativas y judiciales competentes, ha instado al diálogo entre la familia y el Gobierno y no se ha pronunciado nunca sobre la oportunidad de la exhumación ni sobre el lugar de la sepultura, porque no es de su competencia”, reza el comunicado vaticano.

Y es que el presidente aseguró en dicha entrevista que el papa Francisco le “ayudó” con la exhumación. “¿Cómo son hoy las relaciones entre el PSOE y la Iglesia, después de tantas tensiones? ¿Ha cambiado algo con el papa Francisco?”, preguntaba el periodista, a lo que Sánchez respondía que considera a Francisco “un Papa carismático”. “Le cuento una cosa: en el asunto del cuerpo de Franco me ha ayudado”, añadía Sánchez.

Se trata, pues, de la segunda matización del Vaticano al Gobierno de Sánchez. De hecho, el pasado 30 de octubre de 2018 sacó una nota aclaratoria sobre el encuentro entre el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. La número dos de Pedro Sánchez dijo esa misma mañana ante los medios de comunicación que la abordaron en el Congreso de los Diputados que “había acordado con la Iglesia que los restos no fueran enterrados en la catedral de la Almudena”.

Ante las palabras de Calvo, la Sala Stampa precisó que “el cardenal Parolin no se opone a la exhumación de Francisco Franco, si así lo han decidido las autoridades competentes, pero en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación”.

Carmen Calvo es la interlocutora oficial entre el Gobierno y la Iglesia católica. Según ha podido confirmar Vida Nueva, el Gabinete de la Presidencia quiere llevar directamente las relaciones con los obispos y con aquellos temas que les atañen, sin interferencias de ningún tipo. Conscientes de que van a surgir desencuentros al poner sobre la mesa cuestiones programáticas como la revisión de las inmatriculaciones –única vez en la que se cita a la Iglesia en el Pacto de Investidura de Sánchez e Iglesias–, confían en que no se vean acrecentados por agentes externos. No se va a rebajar el contenido de estas propuestas, pero sí se huye del tono beligerante que se pudiera pretender tanto desde la extrema izquierda como derecha.

El tan manido dardo de denunciar los acuerdos Iglesia-Estado no está encima de la mesa del Ejecutivo. Por tanto, las relaciones con la Iglesia seguirán tratándose directamente con la Conferencia Episcopal en el grupo de trabajo creado entre Añastro y Moncloa.

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