No ha habido sorpresa, aunque ha habido que esperar 4 años hasta que el papa Francisco haya nombrado Patriarca Latino de Jerusalén al obispo italiano Pierbattista Pizzaballa, de la Orden de los Franciscanos Menores y titular de la antigua diócesis de Verbe. En la Custodia de Tierra Santa desde 1990, era administrador apostólico de la sede vacante de la diócesis patriarcal jerosolimitana desde 2016 tras la jubilación de Fouad Twal.
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Una vida en la Custodia de Tierra Santa
Pierbattista Pizzaballa, que recibirá el tratamiento de Su Beatitud, nació el 21 de abril de 1965 en Bérgamo. Hizo la profesión temporal como franciscano el 7 de septiembre de 1985 y la profesión perpetua en Bolonia el 14 de octubre de 1989. Tras ser ordenado sacerdote en 1990, llega en octubre la Custodia de Tierra Santa, donde realiza estudios bíblicos. Posteriormente, sería profesor de hebreo bíblico en la Facultad Franciscana de Ciencias Bíblicas y Arqueológicas de Jerusalén.
Estuvo al frente del Convento de los Santos Simeón y Ana en Jerusalén y destacó por su compromiso “con el cuidado pastoral de los fieles católicos de expresión hebrea”, según la nota distribuida por el Vaticano. Fue nombrado Vicario Patriarcal en 2005 hasta 2008 y Custodio de Tierra Santa y Guardián del Monte Sión desde mayo de 2004 hasta que recibió el encargo de administrador apostólico. Como es habitual en los patriarcas, es miembro de la Congregación para las Iglesias Orientales.