“Las ideologias sectarizan, las ideologías deconstruyen la patria, no construyen. Aprendamos esto de la historia”. Estas han sido las palabras que el papa Francisco ha improvisado para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la primera visita del líder socialista al Vaticano. Se trata, pues, de un hecho sin precedentes, ya que el Pontífice no suele dedicar discursos a los mandatarios que le visitan.
En los ocho minutos que el Papa se ha dirigido al séquito con Sánchez a la cabeza, en la que el líder socialista ha sonreído y escuchado con atención, Francisco ha recordado que “es muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación, de un país y desfiguran la patria”. “No puede construirse una patria a mi cabeza, a mi mente, con mi idea, sino con la realidad del pueblo que yo recibí, que yo estoy llevando adelante, que estoy viviendo…”, ha continuado.
Asimismo, Jorge Mario Bergoglio le ha recordado que la política no es solo “un arte”, al tiempo que le ha reconocido a él y a todos los políticos españoles su misión “difícil”, porque es un “acto de caridad que ennoblece y muchas veces lleva al sacrificio”, como es perder tiempos de privacidad “por el bien de los demás”.
El Papa le ha dicho que tiene tres misiones como presidente del Gobierno: “Hacer progresar el país, consolidar la nación y hacer crecer la patria”. “Construir la patria con todos. No nos vale el borrón y cuenta nueva, pero tampoco refugiarnos en lo que fue hace 50 años. El desafío es recibir de las raíces para poder dar frutos. El presente implica discernimiento y esto es para mí lo más difícil de la misión política. Siempre se encuentran coartadas disfrazadas de modernidad y de restauracionismo. Ojalá nunca se nos muera la patria”, ha recalcado. “Dígale a sus parlamentarios lo que opina el Papa”, ha dicho mientras Sánchez asentía.
“Le agradezco su visita, me gratifica mucho. Les pido, por favor, que recen por mí. Y los que no rezan, al menos mándenme buena onda, que me hace falta”, ha concluido con la risa de todos los presentes.
Tras la audiencia del papa Francisco con Sánchez, el Vaticano ha emitido un escueto comunicado en el que se destaca que “los coloquios en la Secretaría de Estado se han dedicado a las relaciones bilaterales y a las cuestiones de interés común que atañen a la Santa Sede y a España”. El presidente también puedo saludar y entrevistarse con Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados, ante la imposibilidad de verse con el Secretario de Estado, Pietro Parolin, por problemas de agenda.
En total, 2 horas las que ha pasado Sánchez en el Vaticano. Un tiempo en el que “también se ha subrayado la oportunidad de un diálogo constante entre la Iglesia local y las autoridades gubernamentales”, según recoge la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Además, “posteriormente, se han abordado algunos temas de carácter internacional como la emergencia sanitaria actual, el proceso de integración europea y las migraciones”, concluye el comunicado.
Por su parte, Sánchez ha publicado en un tuit su agradecimiento al Pontífice por la audiencia. “Coincidimos en abordar la crisis ocasionada por el Covid-19 desde el multilateralismo y con una mirada social; protegiendo a los más vulnerables y avanzando, toda la sociedad unida, hacia un mundo más justo y solidario”, señaló.
Concluida la visita se han conocido también algunos detalles del tradicional intercambio de regalos. El presidente Sánchez entregó al Papa un facsímil del Libro de Horas del obispo Juan Rodríguez de Fonseca. Una reproducción de este texto devocional con ilustraciones del siglo XV perteneciente a dicho eclesiástico castellano perteneciente al consejo de los Reyes Católicos.
Por su parte, el Pontífice entregó a Sánchez un relieve en bronce dedicado al tema de la misericordia, la acogida y la fraternidad en la que en segundo plano están representados una mujer con un niño en brazos entrando en la plaza de San Pedro y de fondo una barca con migrantes y en primer plano unas manos que se entrelazan, diseñado por Daniela Fusco. El relieve lleva grabada la máxima “Llenemos las manos de otras manos”. También le ha entregado las 7 encíclicas y exhortaciones apostólicas que ha promulgado en sus 7 años de pontificado.
Siguiendo el protocolo habitual de estas audiencias, Sánchez ha llegado algo antes de lo previsto, a las 9:11 hora local, en un coche facilitado por el Gobierno italiano hasta el patio de San Dámaso del Palacio Apostólico. El presidente está acompañado por su mujer, Begoña Gómez. La embajadora de España ante la Santa Sede, Carmen de la Peña –ambas mujeres de negro y con la cabeza descubierta–, ha completado el reducido séquito al que se suman algunas personas del equipo de Presidencia del Gobierno.
Sánchez ha elegido para la ocasión, como marca la tradición, un traje oscuro con corbata azul y mascarilla negra. Desde allí, acompañado por una pléyade de gentilhombres de su santidad y la escolta de la Guardia Suiza –que por la lluvia no ha podido hacer su formación en el patio–, se ha dirigido a la biblioteca privada del palacio, lugar de la audiencia. El encargado de recibirle por parte del Vaticano ha sido el regente de la prefectura de la Casa Pontifica, Leonardo Sapienza (sin mascarilla) –ante la ausencia de la figura del prefecto tras el recorte de tareas públicas del alemán Georg Gaenswein–. Hacía 7 años que un presidente del Gobierno español no visitaba el vaticano, cuando en 2013 lo hizo Mariano Rajoy.
Poco antes de la reunión, la Moncloa, a través de sus redes sociales, recordaba que “entre otros asuntos, dialogarán sobre la situación provocada por la pandemia y la necesidad de unidad, fraternidad y cooperación ante sus efectos sociales y económicos”. En este sentido, Pedro Sánchez ha alabado recientemente la propuesta del pontífice en su encíclica ‘Fratelli tutti’ o destacado en el debate ante la moción de censura de VOX que “la fe es imprescindible”. También en el debate parlamentario destacó la figura de Bergoglio, de quien el pasado martes en la cumbre con el presidente italiano destacó que “el papa Francisco es una figura inspiradora e incuestionable, y por eso participaremos en esta reunión con la idea de renovar la invitación para visitar España cuando buenamente sea posible y también renovar las relaciones con el Vaticano que son indudablemente positivas”,